Este domingo, un familiar de Moisés Orellana, joven de 21 años asesinado en Cañete por desconocidos, entregó su relato de los hechos. En una entrevista con Pauta Libre, el primo del fallecido acusó negligencia y abandono de las autoridades de gobierno tras la muerte de su familiar.

Sergio Vidal, en representación de la familia de Moisés, se refirió al sentimiento de desamparo que experimentan por el caso de su primo, quien fue baleado en Cañete tras la quema de unas cabañas en el sector. “Nadie espera que un familiar muera de esta manera, de un forma tan brutal, sin motivo, sin razón alguna“, comenzó expresando.

Aseguró que no han recibido ni apoyo ni respuestas de las autoridades de gobierno respecto a los confusos hechos rodeando la muerte de Moisés. “Del gobierno nosotros no hemos sabido nada, además ni siquiera se han referido al tema“, señaló, agregando que “nos sentimos completamente abandonados como familia“.

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En la ocasión, Vidal relató cómo fue que mataron a su primo, de acuerdo con la versión de un amigo suyo, quien estaba al lado de Moisés cuando le dispararon. “Luego de que (Moisés) salió de su trabajo, pasó a buscar a su amigo y a otro amigo más, y se quedaron en este camino rural, que era cercano a donde vivía el otro joven que estaba en el vehículo“.

Allí, agregó, les gustaba conversar de la vida, del trabajo, escuchaban videos de humor, escuchaban música y cantaban. “Los dos amigos de Moisés se encontraban bebiendo una cerveza, pero Moisés no tomaba porque al otro día tenía que ir a trabajar (...) Llevaban alrededor de 20 minutos cuando vieron, a través de los espejos retrovisores, que se acercaban unas luces de un vehículo“, comenzó contando.

“Ellos no se preocuparon, porque en ese camino viven personas (...) Cuando habían ido antes pasaban los vehículos de los vecinos, entonces dijeron como 'ah mira, son los vecinos'“, relató.

“Lo único que hicieron fue levantar las manos“

Tras esto, “pasó un vehículo y pasó otro atrás, y se detuvieron alrededor de 10 a 15 metros adelante de ellos. Se bajaron rápidamente de 4 a 5 personas del primer vehículo, y del segundo también se bajó una cantidad similar de personas (...) Ellos vieron que se bajaron de manera muy rápida, con chalecos antibalas, con la cara cubierta, armas, y los apuntaron de frente, apuntando hacia el parabrisas“.

“Cuando vieron este movimiento muy rápido dijeron 'oh, jodimos, es el toque de queda' se asustaron por eso, pensaron que eran Carabineros, o personas que los iban a controlar“, agregó el primo del joven baleado en Cañete.

“Las personas que estaban frente a ellos comenzaron a gritar '¡Váyanse de aquí!', y ellos lo único que hicieron fue levantar las manos. Mi primo toma las llaves del vehículo, lo hace andar (...) y de repente sienten un disparo. La persona que estaba al lado me dice que él sintió un calor en la cara, y lo único que atinó a hacer fue taparse la cabeza“, finalizó en la entrevista, sobre los escabrosos hechos que dieron muerte a su familiar de 21 años, y que aun no han sido investigados por las autoridades.

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