De culto: Huidobro en el barrio Yungay
Una modesta placa en el pasaje Cienfuegos 33 A recuerda que allí vivió el poeta Vicente Huidobro al regresar de París en 1933. “Su casa fue centro de reunión de los jóvenes poetas que integraron la generación del 38”, dice el letrero. La vivienda parece un tanto humilde para la fortuna de la familia. “Estaban medios chatos —dice el historiador del arte y vendedor de libros Eduardo Leiva respecto a la familia del poeta—. Ya lo habían mantenido en Francia”. Aquí vivió con su segunda mujer, Ximena Amunátegui. En aquel tiempo en las paredes colgaban cuadros de Miró, Picasso y Joaquí Torres García, por parte de la vanguardia latinoamericana. De acuerdo a Elizabeth Monasterios, autora del libro Con tanto tiempo encima, aportes de la literatura latinoamericana en homenaje a Pedro Lastra, en la casa la comida era frugal, salvo en las contadas ocasiones en que el poeta se afanaba en su especialidad culinaria: la sopa oceánica, preparado de pescados y mariscos que ha sido revivida para las rutas turísticas en Cartagena.
Fue en esta dirección donde lo conoció Volodia Teiteilboim, quien se refería a él como “el maestro”. “Volodia estaba armando con Anguita la Antología de la poesía chilena nueva, donde queda fuera Mistral. Aquí se reunían. Contaba Teiteilboim que los padres de Huidobro aún vivían en San Martín con la Alameda, la casa histórica de los García-Huidobro Fernández, él iba para allá, como eran dueños de la viña Santa Rita, entonces agarraba una botella de los vinos reservados, se la ponía bajo el brazo y se venía caminando a seguir dándole a la poesía”, dice Leiva. Teitelboim asistió en 1995 a la inauguración de la placa, la primera de una serie que Leiva y Mauricio Redolés lograron instalar siguiendo la ruta de los escritores en Santiago. Los residentes de ese entonces no tenían idea que su vivienda había sido habitada por una figura tan ilustre.