El 18 de febrero de 2017 un bus de la empresa TurBus, que viajaba desde Mendoza hacia Chile, se volcó provocando la muerte de 19 personas y dejando una veintena de heridos.

Entonces Victoriano Gómez, gerente de comunicaciones de la empresa, detalló que a bordo había "cuatro chilenos, una haitiana, una persona de nacionalidad colombiana y 32 argentinos, más los dos tripulantes, conductores chilenos".

Aunque la máquina que protagonizó el accidente quedó parcialmente destruida, los medios informaron que el vehículo volvió a la carretera tras ser reparada. A dos años y tres meses de la tragedia, el bus retornó a las pistas con un nuevo diseño y los colores de Cóndor Bus, empresa filial de Turbus.

Desde el Ministerio de Transportes confirmaron la reparación de la máquina. Además, Paula Flores, jefa de fiscalización, sostuvo que "no tenemos una estadística de cuán frecuente es esto. Va a depender exactamente de la reparación e insisto en que la planta de revisión técnica le dé el visto bueno para prestar servicios”.

Por su parte, a través de un comunicado, el Grupo de Transporte de Pasajeros sostuvo que "el proceso de restauración y reparación de máquinas es una práctica habitual en la industria, en la medida que el resultado de la reparación cumpla con los estándares necesarios para realizar una operación segura”.

Además, ante las dudas de seguridad que pudiera despertar el bus 2267, señalaron cuenta con su revisión técnica al día "y con todos los permisos para realizar la operación de transporte de pasajeros de manera totalmente segura”.

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