Tras realizar un análisis de 66 carteles realizados en Argentina, Chile, Colombia y México durante los tres últimos años, el equipo de Ruidosa concluyó que la participación de las mujeres no supera el 10% de los números artísticos. El objetivo de la investigación apuntó a observar si han habido avances respecto a la presencia de mujeres sobre el escenario.

El estudio de más de 3 mil artistas y bandas muestra que la participación de solistas y bandas de mujeres se mantuvo en el 10% en cada uno de los tres años analizados: 9,1% en 2016, 10% en 2017 y 10,1% en 2018, manteniéndose constante a través de los tres años. Al incluir las bandas mixtas (que tienen al menos una mujer en el grupo)la cifra aumenta a casi un cuarto de los números artísticos: 23,1% en 2016, 21,7% en 2017 y 23,9% para la primera mitad del 2018.

En este escenario, siete a ocho de cada diez números artísticos en los carteles de festivales de la región han sido hombres solistas o bandas de hombres. Las tendencias de tres de los cuatro países analizados presentan porcentajes similares a la hora de mostrar la participación de las mujeres. Considerando la presencia en bandas mixtas, la representación promedia entre el 20 y el 30%, con Argentina mostrando números de participación inferiores (entre 14% y 20%) en los tres años para esta misma categoría, en comparación a los otros tres países.

Al descontar los proyectos mixtos, la participación exclusivamente femenina en festivales varía entre un 7,4% y un 4,6%. De esta manera, hay un promedio de una solista o banda de mujeres por cada catorce solistas o bandas de hombres incluidos en las parrillas de los festivales.

En Argentina se están desarrollando propuestas para cambiar esta realidad: desde un proyecto de ley que busca lograr la inclusión efectiva de la mujer en los escenarios hasta la agenda del Instituto Nacional de la Música para abordar temas específicos de género y realizar una encuesta nacional de las mujeres que se desempeñan en la industria.

Según el estudio de Ruidosa, los eventos con menor porcentaje de números artísticos protagonizados sólo por mujeres (solistas y bandas) fueron el festival argentino Personal Fest y Fauna Otoño de Chile (2017), que no tuvieron mujeres solistas ni bandas de mujeres en sus escenarios. Además, Cosquín Rock (Argentina) con sólo un 2,7% de mujeres, Creamfields (Chile) con un 3,6% y Rockódromo (Chile) con un 4%.

Durante 2018, Cosquín Rock (Argentina) mantuvo su tendencia a la baja participación femenina con un 2,2%, seguido por Rock al Parque (Colombia) con un 3,6%, Pal’ norte (México) con un 5,8%, Vive Latino (México) con un 5,9%, y Estéreo Picnic (Colombia) con un 7%. En contraste, en 2017, NRMAL (México) es el festival de música en la región que aparece con mayor participación de mujeres (solistas o bandas de mujeres) con un 25,5%, seguido por el festival mexicano Bahidorá con un 23,5%; REC (Chile) con un 20%, Ceremonia (México) con un 18,2%, y Primavera Fauna (Chile) con un 16%.

Ninguno de los 66 festivales analizados alcanzó la paridad del 50/50 entre hombres y mujeres durante los últimos tres años. Además, algunos de los eventos muestran gran brecha de género, con un 85% o más de números artísticos exclusivamente de hombres. Mientras, Cosquín Rock se mantiene entre un 11-12% de representación femenina (considerando números artísticos protagonizados sólo por mujeres y bandas mixtas)en los tres años; Pal’ Norte lo hace con 11-13%; Creamfields con un 4-8%; Fauna Otoño con 8-14%.

El festival chileno La Cumbre del Rock se transformó en el segundo festival de la región con más mujeres solistas en su parrilla, un 23,8% en la primera mitad de 2018. Además, considerando a las bandas de mujeres y bandas mixtas, la participación femenina corresponde a un 47,6% de los números artísticos, transformándose en el cartel más paritario de los 17 festivales analizados del año 2018. Para el 2019, La Cumbre ya declaró su meta paritaria, con un 50% de proyectos solistas o bandas comandados por mujeres en el cartel del festival.

"Cuando no hay una representación paritaria (no sólo en la música, sino en las distintas áreas de las industrias creativas) existen sensibilidades, perspectivas e historias que son invisibilizadas y relegadas a un segundo lugar. Por ello, desde Ruidosa, esperamos que más festivales en la región se comprometan con la equidad de género, no sólo en sus parrillas, sino también en la diversidad de roles", señaló el equipo a cargo de la investigación.