Las principales ciudades de Argentina amanecieron este lunes paralizadas debido a la huelga general de 24 horas convocada por la Confederación General del Trabajo (CGT), la principal central sindical del país, en contra de la política económica que ha liderado el presidente Mauricio Macri, quien enfrenta la mayor paralización desde que asumió en el cargo.

A la convocatoria adhirieron las dos CTA (Central de Trabajadores de la Argentina), el MASA (Movimiento de Acción Sindical Argentino), la Corriente Federal y quienes protestan específicamente en contra del acuerdo de Macri con el FMI (Fondo Monetario Internacional), el atraso salarial, el ajuste y el aumento de tarifas de energía y gas. 

Según los primeros anuncios en el país trasandino, no hay servicios de colectivos, buses, metro, bancos, basura, carga de combustibles, atención en organismos públicos, puertos,camiones, taxis ni aviones.

Esta es la tercera movilización de 24 horas, que ha convocado una gran adherencia y que contempla actos desde las 11 de la mañana en el Obelisco. Carlos Acuña, uno de los voceros de la CGT, señaló que Macri" está bloqueando todas las posibilidades hasta de comer", e incluso que "la gente estaba más aliviada" durante el mandato de la ex presidenta Cristina Fernández, actual senadora del Frente para la Victoria.

En tanto, Roberto Fernández, líder de la Unión Tranviarios Automotor (UTA) dijo a Página 12 que su sindicato se adhiere a la huelga general de esta jornada porque el gobierno "no supo interpretar o escuchar" su reclamo. "La economía se dolarizó, pero el salario es en pesos", aseguró.

Como propuesta concreta, los sindicatos proponen que se reabra la negociación de ajustes salariales de este año, para que se alineen a la proyección de inflación, calculada ahora por el Banco Central en 27%. Esto porque las negociaciones se desarrollaron en su mayoría a principios de año y tuvieron como referencia la meta de inflación anual de 15%.

Por su parte, desde el gobierno nuevamente desestimaron los reclamos del paro debido a que lo calificaron como "político", y además aseguraron que la movilización no tiene "consignas claras".

"Es un paro más de los dirigentes que de la gente", agregó el ministro del Trabajo, Jorge Triaca, quien agregó que "hay intereses que lo que buscan es debilitar al gobierno y eso busca inestabilidad".