Jean Jacques Pierre-Paul es un médico y poeta haitiano de 38 años que llegó a Chile luego de estudiar en Cuba y Puerto Príncipe. Ya completa casi una década en el país y arribó a la ciudad cuando Santiago aún era considerado un destino exótico para los chilenos.

En entrevista con The Clinic, Jean Pierre recalca que "alguien les hizo creer a los haitianos que Chile era el paraíso de Sudamérica". Sin embargo, aclara, "es triste, un inmigrante siempre llega a buscar una vida mejor, pero me he encontrado con compatriotas a los que les han robado saliendo del aeropuerto, y han tenido que dormir una semana en la calle".

Hoy, Pierre-Paul trabaja en la Mutual de Seguridad y es autor de siete libros. Los actuales números tras la inmigración le dan la razón. De hecho, según estadísticas de la Policía de Investigaciones (PDI), en 2013 llegaron 2 mil haitianos y la cifra se duplicó al año siguiente. La explosión se vivió en 2016, cuando 47 personas entraron al país conformando la primera gran oleada migratoria.

La segunda ocurrió este año y se sigue viviendo. En los últimos cinco años, se estima que se han producido 136 mil ingresos. A juicio del médico, los haitianos que están más expuestos a la vulnerabilidad social y el abuso son aquellos que vienen sin educación.

"Les cuesta mucho encontrar trabajo. Viven en condiciones precarias. Les roban. Les arriendan casas o departamentos y después les cambian la chapa. Los engañan con contratos falsos. Conozco muchos que quieren devolverse", sentencia.

Sin embargo, volver no es fácil. En los últimos cinco años, apenas 5 mil haitianos han dejado Chile. Los factores son varios: desde lo difícil que es ahorrar para un pasaje y las pocas posibilidades de retomar su vida en Haití, donde vendieron sus cosas y se endeudaron para viajar.

Las cifras del Servicio Médico Legal, 44 haitianos han pasado por el recinto en los últimos dos años en la Región Metropolitana.

"No todos llegan bien de salud, ni con la misma red social. Imagínate, tienes 50 años, eres hipertenso, padeces diabetes, estás solo, sin dinero, y al fin del mundo. Eso puede gatillar un agravamiento. Llegar a Chile en una situación vulnerable aumenta tus posibilidades de morir", explicó el médico.

El poeta se hizo conocido luego de escribir un poema para honrar la memoria de Joane Florvil, la joven que falleció después de haber sido detenida injustamente, acusada de abandonar a su hija en la oficina de la OPD de Lo Prado: "No alcanzaste a entender el sueño chileno / te matamos todos Joane Florvil / Por el color de tus ojos, porque tu acento no es inglés, francés ni berlinés / Ahora no sabemos qué decir a tu hija". 

A su juicio, en Haití se tiene una visión idealizada de Chile, ya que "a lo mejor el Estado ve en esta migración una mano de obra, pero la facilidad de llegar no está acompañada de la facilidad de integrar".

"La migración responde a necesidades humanas. En el caso Haití fueron dos desastres naturales, tú no puedes detenerla. La puedes controlar y que sea informada, pero que esto sea selectivo no es posible. La gente migra igual y eso provoca clandestinidad. Un Estado no puede enceguecerse creyendo que puede escoger a quienes entran", recalcó el médico haitiano.