Una muy divertida entrevista publicó el sitio de tecnología chileno FayerWayer al diputado del Movimiento Autonomista Gabriel Boric. En la conversación, el parlamentario se refirió a su lado más nerd, hablando de sus reflexiones respecto al ámbito de la tecnología.

En la nota, Boric contó que su primer acercamiento con el mundo tech "fue con una radio de onda corta que ocupábamos en mi casa en Punta Arenas donde jugábamos a descubrir señales extranjeras, en particular argentinas. Después el Atari, donde rompí un par de joysticks con mi hermano jugando esos juegos históricos, y posteriormente con el primer computador allá por 1995 con Word Perfect y sistema DOS".

También se refirió a su película de ciencia ficción favorita: "'The man from earth', que si bien no tiene efectos especiales y es independiente de bajo presupuesto (no por ello deja de ser ciencia ficción), es desde mi punto de vista una obra de arte sobre la historia de la humanidad y las tensiones en un grupo de amigos".

Pero quizás la pregunta que más llamó la atención fue cuando el periodista Diego Bastarrica consultó al honorable si es que tuviera un pasaje en el tiempo, a dónde iría. Ante esto, Boric respondió: "Uuuuu, la raja. Pregunta difícil igual. Dame 3 pasajes y me voy a la baja Edad Media a algún villorrio Celta o Godo, a Stalingrado el invierno del ’42 como combatiente en el ejército rojo (una locura pero un punto de inflexión en la historia), y por último al 4 de Septiembre de 1970 frente al balcón de la Fech para celebrar el triunfo del gobierno popular de Salvador Allende. Si me das una yapa me tomo también un viaje a 2000 años más adelante pa’ cachar qué onda".

El magallánico también dijo que transformaría a su colega Giorgio Jackson en un robot que fuera su asistente ("un ñoño por excelencia y que le encantaría ser robot para probar la inteligencia artificial"), que una vez tuvo un romance por IRC ("alguna vez tuve una que otra aventura, jaja") y citó a Bender de Futurama para asegurar que en el futuro los robots no controlarán el mundo ("disfrutamos demasiado de nuestros juegos de azar y mujerzuelas/hombrezuelos").