En las orillas del río Mapocho fueron encontrados los restos de Juliana Aguirre Acevedo, una joven colombiana de 21 años que habría sido descuartizada por su pareja el día sábado.

El polémico caso es sólo uno de los 11 femicidios que van en lo que lleva de este año 2016, según cifras del Servicio Nacional de la Mujer (Sernam), a lo que se suman 20 femicidios frustrados.

"No puede seguir el silencio cómplice de los parlamentarios. Piden estado de excepción por seis camiones quemados y llevamos seis mujeres asesinadas en los últimos seis días y ninguno ha dicho ni media palabra", dice Lorena Astudillo, presidenta de la Red chilena contra la violencia hacia la mujer.

Los hechos han encendido las alarmas en la sociedad civil. Una de las muestras es la convocatoria que hizo la Red chilena contra la violencia hacia la mujer para manifestarse este viernes a las 13 hrs. frente a Palacio de La Moneda para exigir que el Estado declare Alerta de Género.

Lorena Astudillo, abogada de la red, explica el objetivo de la convocatoria: "La Alerta de género implica que el Estado ponga todos sus recursos, su institucionalidad, al servicio de proteger la vida de las mujeres. Esto no puede seguir naturalizándose de esta manera, seguir enterándonos por las noticias como si fuera un conteo".

"No puede seguir el silencio cómplice de los parlamentarios. Piden estado de excepción por seis camiones quemados y llevamos seis mujeres asesinadas en los últimos seis días y ninguno ha dicho ni media palabra", añade Astudillo.

A los y las manifestantes, que se recostarán en el suelo con imágenes de las víctimas del "terrorismo femicida", se suma Irma Palma. La psicóloga especialista en investigaciones sobre sexualidad afirma que es urgente que exista más conocimiento respecto a estos crímenes. "Por ejemplo a propósito del último caso, diría que el agresor no es ni psicópata ni celoso. No hay que siquiatrizar ni romantizar ese femicidio. Los celos los sienten hombres y mujeres y no todos matan por celos", explica.

Para ella es fundamental que haya una lectura feminista desde el Estado que entienda estos casos como violencia de género. "Hay que asumir un discurso feminista radical en esto. La presidenta tiene que ser feminista y eso Bachelet no lo ha mostrado. El 8 de marzo, mientras hay campañas en redes por descalificar rosas y la mercantilización del día de la mujer, en La Moneda se baila. Hay mujeres en el gobierno, tienen la autoridad de instalar el discurso feminista en las prácticas del poder en Chile y validar esto como un problema político de género. Hay condiciones para hacerlo", afirma Palma.

Como ejemplo da el discurso de la humorista Natalia Valdebenito en el Festival de Viña del Mar y también las iniciativas de la ex senadora Soledad Alvear (DC) para frenar el proyecto de despenalización del aborto en tres causales; ambas reconocen el discurso feminista, aunque una esté en contra y otra a favor. "Soledad Alvear está enfrentando el discurso feminista y las feministas le vamos a ganar", promete la psicóloga.

La iniciativa también es apoyada por el Observatorio Contra el Acoso Callejero (OCAC), que se dedica a promover el respeto hacia la mujer en el espacio público y es uno de los gestores del proyecto de ley que regula el acoso callejero.

"Año a año aumenta el número de femicidios y eso no es casualidad. Es una necesidad primera que el Estado se haga cargo de estas situaciones reconociéndolo como una violencia de género donde hay un sistema que lo está propiciando. Hay que dejar de pensarlo como homicidios aislados desde la locura; debe haber una política pública", afirma María José Guerrero, directora del área de estudios del OCAC

Como ejemplos de políticas públicas que mejorarían la situación, Guerrero nombra la implementación de una educación no sexista desde el colegio y también hacerse cargo de la forma en que los medios de comunicación cubren acontecimientos como el de la joven que fue descuartizada. "No puede ser que La Cuarta de hoy tenga ese titular que habla de celos y que murió por amor. Sería positivo que las autoridades se hagan cargo por lo menos haciendo una declaración pública repudiando este tipo de acto y comprometiéndose a generar cambios en políticas públicas", concluye.