Durante este año, el debate sobre la despenalización del cannabis ha sido motivo de diversas discusiones en la sociedad civil y el Parlamento. Hoy, el gobierno evalúa los cambios a una ley de drogas que no dio el ancho y quedó atrapada en la añeja mirada prohibicionista, sumando críticas desde diversos sectores.

Además de sacar a la marihuana de la lista de “drogas duras”, se espera que la comisión de Salud de la Cámara de Diputados logre avanzar en la despenalización del autocultivo y la regulación de su uso con fines terapéuticos y recreacionales.

Ante la discusión, la encuesta realizada por el Instituto Nacional de la Juventud (Injuv), realizada en 109 comunas del país, reveló que un 63% por ciento de los jóvenes está a favor de la despenalización del cannabis, mientras que sólo un 43 por ciento cree que el consumo aumentaría de ser aprobada la medida.

Según los datos del estudio, sólo un 32 por ciento de los encuestados opina que la marihuana es dañina, un porcentaje muy bajo en comparación con el riesgo que le atribuyen a otras sustancias hoy legales, como el tabaco (60%) y el alcohol (83%).

“Todavía es prematuro plantear la legalización, de hecho la encuesta demuestra que la juventud hoy está por despenalizar, para luego legalizar”, recalcó Nicolás Preuss, director del Injuv.

Por otra parte, 8 de cada 10 jóvenes señaló que el uso de drogas es una opción individual en la que el Estado no debería influir. Para los jóvenes, la mejor forma de controlar el consumo de cannabis es legalizando y permitiendo el autocultivo, mientras que sólo un 19 por ciento de los encuestados se mostró partidario de su prohibición total.