Las autoridades cifraron la adhesión en un 98 por ciento. La convocatoria realizada por los trabajadores del Transantiago, en conjunto con los estudiantes, no dio los resultados que se esperaban en los días previos.

Durante la mañana, se observó que la mayor parte de los trabajadores del transporte público decidieron continuar con su día laboral en plena normalidad. El llamado a movilización se realizó tras la muerte del dirigente sindical Marco Antonio Cuadra, quien hace un mes decidió quemarse a lo bonzo en el estacionamiento de la empresa Redbus, acusando prácticas antisindicales y pésimas condiciones laborales.

Los trabajadores aseguraron que el bajo apoyo a la manifestación se debe a que existen dirigentes, en el mundo de los trabajadores de Transantiago, que se muestran favorables a las empresas. Además, el miedo al despido, las amenazas y la existencia de “listas negras” surtieron efecto.

Por otra parte, Manuel Aguilar, vocero de la Coordinadora de Trabajadores del Transantiago, recalcó que hubo un gran contingente policial esperando en los depósitos de buses. En las horas previas, él y otros dirigentes llamaron a sus pares a “perder el miedo”.

"Vimos gran cantidad de dirigentes sindicales que son pro-empresa, que salieron a trabajar, siendo que estamos hablando de derechos de trabajadores: Un sueldo base como corresponde, no a los bonos condicionados, la jornada de trabajo como corresponde", reflexionó.

Por otra parte, pese a la baja adhesión, los trabajadores celebraron la convocatoria y la organización junto a los estudiantes, señalando que “para nosotros es un gran avance. Que un obrero sea capaz de levantarse para nosotros ya es bueno, levantamos la moral, y les mostramos un camino a los trabajadores. Si al día de hoy estamos en pañales en esto, los trabajadores que han parado y se han manifestado son un avance".

Las autoridades, en tanto, aseguraron que han instaurado mesas de trabajo y que solidarizan con los trabajadores, pero que no les parece la forma de protestar.

Los conductores denuncian malas remuneraciones, extensas jornadas de trabajo, obstáculos a la hora de organizarse y la persecución de sus dirigentes. Éstas últimas razones, para los trabajadores, se relacionan directamente con la baja convocatoria obtenida hoy. Por otro lado, Aguilar, el vocero, fue detenido y golpeado por Carabineros tras la movilización.