Dueña de mascota funó en redes a veterinaria por supuesto error de diagnóstico: Corte ordena eliminar publicaciones ofensivas
En mayo de 2025, una mujer de Temuco llevó a su perra de 14 años a una clínica veterinaria luego de notar que babeaba de forma inusual.
Según se puede apreciar en el fallo judicial, fue atendida por una médica veterinaria, quien tras exámenes y ecografía diagnosticó una infección asociada al sarro dental y recetó medicamentos y limpieza bucal.
Días después, la dueña volvió a la clínica molesta porque la salud de su mascota había empeorado. Al revisar por sí misma la boca del animal, encontró una masa que resultó ser un tumor maligno.
Indignada por lo que consideró un error de diagnóstico y por la respuesta de la profesional, la mujer subió a su cuenta pública de Instagram una serie de videos donde acusaba a la veterinaria de ser una “mala profesional”, asegurando que “la universidad le había regalado el título”.
En las publicaciones aparecían fotos, nombre completo y número de registro de la profesional, además de un llamado a no atenderse con ella ni en la clínica donde trabajaba. Las historias se mantuvieron varios días en línea y se viralizaron entre usuarios locales.
La veterinaria afectada presentó un recurso de protección ante la Corte de Apelaciones de Temuco, alegando que las publicaciones vulneraban sus derechos a la honra y a la integridad psíquica.
Explicó que la “funa” le había causado angustia, miedo y un daño irreparable a su imagen profesional.
La mujer que hizo las publicaciones reconoció haberlas difundido, pero sostuvo que actuó en un momento de frustración y que su intención fue advertir a otros sobre lo ocurrido con su mascota, que finalmente debió ser sometida a eutanasia.
La Corte de Apelaciones de Temuco acogió el recurso. El tribunal, integrado por la ministra María Georgina Gutiérrez Aravena, determinó que el derecho a la libertad de expresión no ampara insultos ni descalificaciones personales, y que usar redes sociales para “funar” a alguien constituye una forma de autotutela ilícita.
Según el fallo, las publicaciones fueron abusivas y dañaron la honra y reputación de la veterinaria al exponerla al escarnio público.
En consecuencia, la Corte ordenó eliminar todas las publicaciones ofensivas o descalificatorias difundidas en Instagram u otras redes sociales, aunque aclaró que no puede impedir publicaciones futuras, ya que ello implicaría censura previa.