
Europa y expansión de energía eólica marina: Recurren a contratos con consumidores industriales, desarrolladores y Estados
En el continente europeo se están buscando nuevas fórmulas para aumentar la velocidad en el despliegue de la energía eólica marina y garantizar electricidad competitiva a su industria. Es por esto que la Comisión Europea ha puesto sobre la mesa los denominados “contratos tripartitos”, un esquema de colaboración que incluye a empresas, gobiernos y desarrolladores de parques eólicos offshore.
El mecanismo fija compromisos a tres bandas: los consumidores industriales aseguran la compra de energía renovable, los desarrolladores se comprometen a construir los parques necesarios y los Estados ofrecen garantías regulatorias y financieras que reducen riesgos.
Reducir costos
Organizaciones como WindEurope valoran que este esquema no solo da confianza a los inversores y disminuye los costos de financiación, sino que también puede reflejarse en precios más bajos para la electricidad industrial.
De esta manera, la Unión Europea pretende mantener en su territorio sectores estratégicos amenazados por la deslocalización hacia regiones donde la energía es más económica. El comisario danés Dan Jørgensen presentó la propuesta durante una reunión de ministros de Energía, recalcando que esta clase de contratos puede convertirse en una herramienta decisiva para alcanzar los objetivos climáticos y económicos de la UE.
Estrategia integral
En algunos Estados ya han comenzado a explorar fórmulas similares. Por ejemplo, en Lituania, se han vinculado subvenciones a la financiación de fábricas con el compromiso de adquirir electricidad que proviene de nuevos parques eólicos, logrando una dinámica que al unísono impulsa la inversión en generación renovable y en consumo electrificado.
No obstante, el éxito de los contratos tripartitos no dependerá solo de la firma de acuerdos. WindEurope hace hincapié en que deben ir acompañados de una estrategia integral que considere objetivos de electrificación industrial, la ampliación y modernización de las redes eléctricas, procesos de autorización más ágiles y mecanismos de estabilización de ingresos como los contratos por diferencia.
Estos últimos, si están bien diseñados, permiten a los desarrolladores protegerse de la volatilidad del mercado eléctrico y mantener la viabilidad económica de sus proyectos.
Para cumplir con las metas de descarbonización y garantizar la competitividad de su economía, Europa debería convocar licitaciones anuales que aseguren al menos 15 gigavatios de nueva capacidad eólica marina a partir de 2031.
De acuerdo a las proyecciones de la industria, dos tercios de ese volumen deberían respaldarse mediante contratos por diferencia y el resto a través de acuerdos directos entre parques y consumidores industriales.