
Conservación de la biodiversidad y la meta del 30x30: El desafío para Chile
Durante la XV conferencia de las partes de la convención de diversidad biológica celebrada en diciembre de 2022 en Montréal, Canadá, los países miembros se comprometieron a 23 metas para la conservación de la diversidad biológica acordando así el marco global de biodiversidad de Kunming-Montreal, pero ¿qué es la diversidad biológica?
Comúnmente entendemos la biodiversidad como paisajes o número de especies, pero la biodiversidad es realmente un proceso. Es un proceso que sostiene el ambiente en el cual las sociedades humanas se han desarrollado. La biodiversidad es la diversidad de genes, poblaciones, especies, paisajes y ecosistemas.
Es la variabilidad que permite que, frente a cambios abruptos como el cambio climático -o la emergencia de enfermedades, como la gripe aviar-, los procesos evolutivos continúen. Es decir, la adaptación de las especies pueda seguir ocurriendo.
La biodiversidad es un concepto multiescalar que lentamente hemos ido comprendiendo como sociedad, y del cual los Estados nacionales se han ido haciendo cargo para el bien público de la generación presente y de las futuras. La biodiversidad es -por definición- un bien común, el cual es posible preservar únicamente con el compromiso de toda la sociedad, de todos los países, de todos los pueblos.
Para abordar la conservación de la biodiversidad se han generado acuerdos internacionales que tienen metas. La meta del 30x30, es parte del marco global de biodiversidad de Kunming-Montreal, y propone la conservación y gestión efectiva del 30% de los ecosistemas terrestres y marinos para el 2030.
Si bien Chile aún cuenta con múltiples desafíos en la agenda ambiental, se ha caracterizado por mostrar un liderazgo y reputación ambiental internacional, lo que también le ha valido abrirse al mundo como un socio político y comercial serio. Esta reputación se vuelve particularmente valiosa en un mundo con decisiones repentinas que tienden a desestabilizar relaciones, impredecibilidad y generar incertidumbre.
Es justamente en estos momentos donde mantener y materializar compromisos acordados internacionalmente, avanzar en la implementación de leyes aprobadas ampliamente por distintos actores políticos, y dar continuidad a instrumentos de política pública en conservación, se vuelve crucial y distintivo.
En Chile, a escala nacional, contamos con 20 formaciones. Es decir, combinaciones definidas de formas de vida adaptadas a un tipo de clima. De estos ecosistemas, actualmente solo 6 tienen una cobertura superior al 30%, y están ubicadas, principalmente, en el extremo austral de Chile. Siendo la zona central y norte las menos representadas bajo alguna figura resguardo. Es también en la zona centro y norte de Chile donde está la mayor cantidad de población humana y actividades económicas, por lo que avanzar en estas áreas requiere un compromiso.
Sin embargo, desde hace ya 20 años la institucionalidad ambiental ha ido identificando áreas importantes para el resguardo de la biodiversidad. CONAMA en su momento identificó sitios prioritarios de las estrategias regionales y nacionales de biodiversidad, los que ahora podrán ser parte de las planificaciones ecológicas, mandatadas por la nueva ley que crea el Servicio de Biodiversidad y Áreas Protegidas, aprobada luego de cuatro gobiernos.
Estos sitios prioritarios no son lo mismo que áreas protegidas, son más bien parte de un enfoque moderno de conservación del paisaje, donde hay un gradiente continuo de uso y conservación, y más que una dicotomía entre uso y no-uso. Este enfoque permite el uso de los ecosistemas con distinto nivel de intensidad en función de los beneficios ambientales que entregan a la sociedad chilena y la evidencia científica que disponemos.
Además, estos sitios serán un aporte para que Chile pueda cumplir con los compromisos internacionales como el 30x30 y, así aportar al bienestar de la sociedad chilena y de futuras generaciones frente a un ambiente cada vez más cambiante.