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Hacia un apoyo psicosocial integral para las víctimas de El Teniente
Foto: Agencia Uno

Hacia un apoyo psicosocial integral para las víctimas de El Teniente

Por: Gabriel Urzúa | 06.08.2025
Nuestro país tiene la capacidad y los profesionales para liderar un modelo de apoyo a víctimas que sea referente en la región. Invitamos a las autoridades, la academia y la sociedad civil a sumar esfuerzos para construir una respuesta que honre el dolor de las familias y les ofrezca un camino hacia la recuperación con dignidad.

La tragedia ocurrida en la mina El Teniente nos confronta con una oportunidad para fortalecer el apoyo psicosocial en Chile, asegurando que las víctimas, sus familias y los testigos reciban la atención continua y especializada que merecen. Es fundamental avanzar hacia un sistema más robusto y coordinado, que acompañe a las personas en su proceso de recuperación a largo plazo.

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Es esencial desarrollar protocolos nacionales que integren a todas las instituciones relevantes, eliminando la fragmentación y garantizando una respuesta no solo rápida, sino también permanente. Esto incluye la creación de equipos multidisciplinarios (psicólogos, trabajadores sociales, entre otros).

Asimismo, es preciso fomentar la participación de las comunidades locales y organizaciones sociales en la contención emocional, complementando el trabajo profesional. Las redes vecinales y los grupos de pares pueden ser pilares fundamentales para la recuperación.

También es clave implementar programas de formación para funcionarios públicos y líderes comunitarios, asegurando que cuenten con herramientas básicas para identificar necesidades psicosociales y derivar casos de manera oportuna.

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Debemos ser capaces de establecer un sistema de monitoreo continuo que evalúe el bienestar de las familias afectadas, ajustando las intervenciones según sus necesidades cambiantes. Esto podría incluir visitas periódicas, talleres grupales y acceso a terapias especializadas.

Por último, es necesario trabajar en la prevención, incorporando la salud mental en los planes de emergencia y promoviendo culturas laborales que prioricen el bienestar psicosocial en sectores de alto riesgo, como la minería.

Nuestro país tiene la capacidad y los profesionales para liderar un modelo de apoyo a víctimas que sea referente en la región. Invitamos a las autoridades, la academia y la sociedad civil a sumar esfuerzos para construir una respuesta que honre el dolor de las familias y les ofrezca un camino hacia la recuperación con dignidad.

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