
Lilith Verstrynge: "Las extremas derechas no son una sola, sino varias que responden a realidades locales"
La Agenda 2030 se ha convertido en un "chivo expiatorio de la derecha en España, también a nivel europeo y a nivel internacional". Así define la historiadora y politóloga franco-española Lilith Verstrynge la situación que enfrentan los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) ante el ascenso de la ultraderecha tanto en Europa como en América Latina.
En conversación con El Desconcierto, la exsecretaria de Estado para la Agenda 2030 del Ministerio de Derechos Sociales de España abordó las particularidades del fenómeno ultraderechista tras su participación en el seminario "Poder Reaccionario: Cuatro tesis sobre la ultraderecha", realizado en el marco del Festival Democracia 2025. Una instancia en la que compartió panel junto al historiador Pablo Stefanoni, el sociólogo Pablo Semán y la periodista chilena María Olivia Monckeberg.
La analista se explayó respecto de su perspectiva sobre el fenómeno de la ultraderecha global, las falencias del progresismo para enfrentar esta amenaza, los desafíos en los contextos latinos y europeos, además de entregar una mirada sobre lo que está pasando en España a partir del connotado caso de Torre-Pacheco.
Agenda 2030 como símbolo de resistencia ultraderechista
En su análisis, Verstrynge sostuvo que las extremas derechas asocian esta agenda internacional "con eso que llamamos el consenso progre".
"Ellos han pensado que toda institución internacional de alianzas globales con una agenda común -y en este caso la Agenda 2030 es una agenda común-, es una amenaza porque significa un consenso", añadió la politóloga, quien señaló que aquello forma parte de "esta línea antiglobalista que tiene la ultraderecha internacional".
Por otro lado, Verstrynge identificó una clara estrategia de ataque sistemático a las instituciones internacionales: "Todo lo que sean organizaciones internacionales, también hemos visto que la ultraderecha en los últimos meses lo ataca directamente, por ejemplo, al derecho internacional y a las instituciones internacionales".
Falencias del progresismo desde una mirada internacional
Consultada sobre las debilidades del campo progresista ante el ascenso de la ultraderecha, Verstrynge fue especialmente crítica con algunas fallas a nivel global, en cuanto a su falta de unidad y coordinación frente a hechos bélicos, o de alta tensión. "Lo que la izquierda no ha hecho bien es generar una suerte de coordinación en lo que tiene que ver con los derechos humanistas en la defensa de las crisis abiertas en el mundo", comentó.
"Los debates internacionales, como siempre, dividen mucho a la izquierda. Es verdad que ahora también dividen a la derecha, pero una falla de la izquierda ha sido, en mi opinión, no saber responder conjuntamente a la situación internacional."
En esa línea señaló que "ha habido muchas grietas en la izquierda en lo que tiene que ver con la guerra en Ucrania, la defensa o la no defensa de Rusia, los posicionamientos con China, la respuesta también a Estados Unidos, la OTAN". Estas divisiones, según su análisis, han impedido una respuesta conjunta efectiva ante los desafíos internacionales.
El miedo y la soberbia, trabas del progresismo
En esa misma línea apuntó que "Un problema también por parte de la izquierda es que, en muchas ocasiones, hemos recurrido al miedo al que viene el lobo en lugar de a la propuesta política, o a la política más activa y más propositiva, para evitar que la derecha gobernase. Y entonces el problema es que si llevas diez veces gritando que viene el lobo y el lobo no viene, a la vez siguiente el lobo viene y gobierna".
Otro factor errado sería la caracterización de la gente que vota a la extrema derecha como ignorantes, o conceptos similares. "Una cosa que hay que intentar evitar hacer es pensar que hay una manera de votar equivocada, y que por tanto la gente se equivoca cuando vota extrema derecha; y que se equivoca porque es incapaz de entender lo que está pasado o vota equivocadamente, o vota erróneamente por incapacidad política de entender la situación. Porque creo que eso lo que hace es que renunciemos progresivamente a toda esa gente que en realidad podría perfectamente votarnos, pero la damos por perdida antes de tiempo."
Diversidad de ultraderechas
Contrariamente a las percepciones comunes, Verstrynge enfatizó que "la ultraderecha no es una, sino que son varias". Esta perspectiva busca contrarrestar la visión de una "ola internacional reaccionaria como algo inabarcable, duro, imposible de penetrar, imposible de combatir".
"Lo que son, es una suma de organizaciones y partidos políticos, o proyectos políticos, muy distintos y que responden a las realidades de sus países", explicó, aunque reconoció que "son capaces de ponerse de acuerdo en una agenda común, en contra -porque siempre es una agenda a la contra-, de derechos, de libertades".
Respecto a las vertientes más peligrosas, fue categórica: "Los más peligrosos o más amenazantes son los que están más cerca de ser gobierno o están en los gobiernos". Como ejemplo, mencionó que le "preocupa más la situación, digamos, en Argentina con un gobierno de Javier Milei que lo que podría preocuparme incluso, y a pesar de todo, una extrema derecha en Austria, que pueda estar creciendo".
El caso Torre-Pacheco: xenofobia amplificada por redes
La entrevista también abordó el reciente episodio de Torre-Pacheco, una localidad murciana que se convirtió en "epicentro de una especie de guerra abierta o guerra civil entre vecinos y personas que venían a ver lo que estaba pasando", según describió Verstrynge.
El conflicto surgió tras "una agresión" a una persona mayor "por parte de tres jóvenes", pero la situación escaló debido a "todo ese proceso de amplificación y de azuzamiento por parte de la derecha y la extrema derecha española al conflicto". La especialista destacó cómo el incidente se utilizó para "llevarlo a un asunto más grande, a un metaproblema, digamos, que es el de la inmigración no integrada, y por tanto la violencia, y por tanto la inseguridad".
Lecciones cruzadas entre Europa y América Latina
Sobre los aprendizajes mutuos entre regiones, Verstrynge sugirió que "la izquierda europea, por ejemplo, debería fijarse y mirar las formas más emocionales en las que hace política la extrema derecha argentina, por ejemplo, o chilena o brasileña".
Asimismo, destacó una diferencia clave: "La extrema derecha en América Latina ha tenido un registro mucho más emocional que la extrema derecha europea, pero creo que ese registro empieza a utilizarse también en Europa por parte, por ejemplo, de Giorgia Meloni".
Optimismo tras cumbre progresista
Al concluir, Verstrynge mostró su optimismo respecto al encuentro "Democracia Siempre" que reunió a los presidentes Gabriel Boric, Pedro Sánchez, Luiz Inácio "Lula" da Silva, Gustavo Petro y Yamandú Orsi. "Creo que hay que salir de estas jornadas y este encuentro con optimismo, y creo que hay que contarse -a nosotros mismos- lo que estamos consiguiendo y lo que hemos hecho en muchas partes del mundo", afirmó.
Para que esta coordinación progresista se consolide, según Verstrynge, "tiene que haber muchas más cumbres de este tipo, y tiene que haber mucho más optimismo en la izquierda con las cosas que conseguimos y lo que podemos seguir haciendo".