Súmate a nuestro canal en: WhatsApp
Sobre élites, humanidad excedente y genocidio
Foto: Rawpixel.com (CC)

Sobre élites, humanidad excedente y genocidio

Por: Sascha Cornejo Puschner | 21.07.2025
Debemos tener claridad ante el hecho que el genocidio en Gaza marca un punto de ruptura que como ya viene advirtiendo el presidente colombiano Gustavo Petro, representa el peligroso precedente de cómo se tratarán los pueblos del sur global en un futuro no tan lejano. Gaza representa la destrucción de todos quienes -desde las definiciones de un estado policial global- peligramos algún día a entrar en la categoría de humanidad excedente como lo llamó Whilliam Robinson.

Vivimos la calma ante la tormenta. Y la pregunta no es “cuándo” sino “dónde” comenzará la nueva guerra. Al parecer estamos entrando a una nueva fase de estabilidad caótica -conflicto de baja intensidad-, caracterizado por la preparación para una conflagración mayor. Solo podemos adivinar donde se inflamará el siguiente foco.

Los analistas están de acuerdo en señalar que después de la llamada “guerra de los 12 días” entre Irán e Israel, a pesar de la devastación causada por los misiles balísticos iraníes, el país hebreo estaría preparando un nuevo ataque al país persa. También acuerdan que Netanyahu requiere de la guerra perene para mantenerse en el poder y escapar así de todos los posibles juicios de corrupción que lo acosan en Israel.

[Te puede interesar] Israel llegó a los 59.000 muertos por sus bombardeos en Franja de Gaza: Sangrientos ataques a gente que pedía ayuda

A pesar del evidente resquebrajamiento de esa nación -debido a sus contradicciones internas como estado de Apartheid y colonia de asentamientos- invocar una guerra mayor y prolongada parece la mejor forma de mantener un país unido, como lo demuestran encuestas recientes en Israel las que arrojan un importante apoyo de la población tanto al genocidio en Gaza como a la guerra con Irán.

En EE.UU., Trump con su Big Beautiful Bill ha llevado la guerra contra los pobres a nuevos extremos, con una enorme transferencia de riqueza desde el sector público hacia el privado, con el recorte a la asistencia social y de salud pública y bajando las tasas de impuestos para los más ricos. Esta ley además prevé mayor financiamiento para la infame agencia ICE, que busca combatir la inmigración “ilegal” y aumentar el número de deportaciones hacia la red de Gulags externos tales como El Salvador.

Por otra parte, los líderes europeos, que han sido cómplices activos en el genocidio en Gaza parecen cada vez más desesperados en acallar las voces solidarias con el pueblo palestino. El caso reciente de la prohibición de un grupo activista en el Reino Unido Palestine Action, demuestra que tras las persecuciones de grupo pro-palestinos en otros países como Alemania los gobiernos emplean formulas similares para reprimir, silenciar y amedrentar la disidencia interna, desmantelando lentamente lo que queda de democracia.

Esta situación vergonzosa de los líderes occidentales contrasta con el creciente ruido que viene de las masas de ciudadanos hartos con el genocidio y con el grotesco espectáculo del poder. Quizás la figura más valiente en esta campaña mundial contra el genocidio, sus beneficiarios y protectores es Francesca Albanese.

En su nuevo reporte llamado “De la economía de la ocupación a la economía del genocidio” la relatora de la ONU analiza las redes económicas y financieras que hacen posible el genocidio exponiendo los intereses económicos de sectores como el financiero, constructor, inmobiliario, de seguridad y tecnológico, entre muchos otros.

La rabia popular sobre la imposibilidad del ciudadano común de parar las masacres hacia el pueblo palestino crece cada día. Cuando el cantante Bob Vylan cantaba en Glastonbury festivalmuerte al IDF”, los medios reportaban horrorizados de este hecho, porque desde su narrativa es denostable que se incurra en tales cánticos, a la vez que convenientemente se omite por qué ese cantante está haciendo esos llamados.

Pero estas formas ya conocidas de difamación también están perdiendo su efectividad. El mismo cantante respondía a esta campaña de difamación: “Nosotros, al igual que aquellos que han estado en el punto de mira antes que nosotros, no somos la historia. Somos una distracción de la historia”.

A fines de mayo 2025 un tribunal de ciudadanos llamado el tribunal de Gaza emitió un comunicado llamado la declaración de Sarajevo, en ella denuncian las sistemáticas violaciones a los derechos de los palestinos perpetrados por el estado de Israel, denunciando sin ambigüedades la complicidad de los medios y los políticos occidentales, la peligrosidad de ideologías como el sionismo, su deriva fascista y racista. En la declaración además sostienen:

Nos inspira la valiente resistencia y resiliencia del pueblo palestino ante más de un siglo de persecución, así como el creciente movimiento de millones de personas que se solidarizan con ellos en todo el mundo, incluida la defensa basada en principios y la acción no violenta de miles de activistas judíos que han rechazado el régimen israelí y su ideología etnonacionalista, y han declarado que el régimen israelí no los representa ni actúa en su nombre.”

[Te puede interesar] Comisión Chilena de DD.HH.: “La derecha chilena ha sepultado a la incipiente derecha social”

Como es de esperar, estas declaraciones no parecen mencionadas en los principales medios occidentales, que prefieren hacer noticia de supuestos “llamados de odio” de artistas punks. Pero estos contrastes entre ciudadanía y los medios que continúan con su narrativa justificadora, nos muestran que el ciudadano común no está de acuerdo con el curso de los hechos que los principales políticos del mundo están llevando.

De hecho, este espectáculo mediático de la justificación de este proceso genocida ha ido exponiendo la mentalidad colonial de nuestros líderes y de las principales cadenas mediáticas en occidente.

Debemos tener claridad ante el hecho que el genocidio en Gaza marca un punto de ruptura que como ya viene advirtiendo el presidente colombiano Gustavo Petro, representa el peligroso precedente de cómo se tratarán los pueblos del sur global en un futuro no tan lejano. Gaza representa la destrucción de todos quienes -desde las definiciones de un estado policial global- peligramos algún día a entrar en la categoría de humanidad excedente como lo llamó Whilliam Robinson.

Vale preguntar si todo ese desdén de las elites hacia la gente del sur global, los pobres, los inmigrantes y el ciudadano común, es un claro signo del profundo racismo hacia quien no entra en la esfera de “humanidad” definida por ellos mismos. Merece plantearse también, si acaso esta misma mirada deshumanizante vendrá a posarse sobre el ciudadano común tanto en Europa y EE.UU. (lo que al parecer ya está sucediendo) donde la población más pobre está siendo sacrificada en el altar de la guerra interna y externa.

A diferencia de la elite que gobierna a este mundo, los que aún creemos en los valores de la igualdad de todos los seres humanos -incluido los palestinos- no debemos jamás dejarnos amedrentar y parar de denunciar esta deshumanización sistemática por parte de políticos y medios occidentales con tal de hacer este genocidio aceptable para el público.

Hoy las advertencias del gran periodista chileno Ruperto Concha nos deberían acompañar siempre, ¡hay peligro! Aunque aún nos sintamos seguros dentro de nuestra pequeña burbuja.

[Te puede interesar] Nada nuevo hay bajo el sol: La campaña del terror