Subsecretario de Pesca: "Nuevo fraccionamiento significa que U$ 160 millones anuales pasan de sector industrial al artesanal"
Chile cerró hoy uno de los capítulos más controversiales de su historia pesquera. La ley de fraccionamiento pesquero fue promulgada este martes 25 de junio en el Diario Oficial, cerrando un proceso legislativo que modifica la distribución de cuotas entre el sector artesanal e industrial en 22 pesquerías a nivel nacional, y que deja atrás definitivamente la polémica "ley Longueira", cuya redacción estuvo influida por casos de corrupción que llevaron a varios parlamentarios a prisión.
El nuevo marco legal implica un traspaso de 160 millones de dólares anuales desde el sector industrial hacia la pesca artesanal representando uno de los cambios más significativos en la historia pesquera del país.
En entrevista con El Desconcierto, el subsecretario de Pesca y Acuicultura, Julio Salas, analiza los alcances de esta transformación que promete revitalizar las caletas pesqueras desde Arica a Magallanes.
— ¿Cuáles son las diferencias que trae esta nueva ley respecto a lo que se conoce como ley Longueira?
Hay una diferencia primero en transparencia, que también es un elemento de fondo importante, porque la falta de confianza en la norma pesquera es justamente por su falta de ésta. La otra dimensión es que es una distribución distinta, basada en criterios científicos y en el estado efectivo de las flotas pesqueras que pueden desarrollar la actividad tanto del mundo artesanal como del mundo industrial.
La industria ha declarado que esta es una distribución que ellos estiman de 160 millones de dólares anuales que pasan desde recursos que se podían pescar por el sector industrial, ahora al sector artesanal. Esta es una redistribución neta de recursos muy valiosa desde el punto de vista del impacto que va a tener a lo largo de Chile.
— En el norte se pasa particularmente en sardina y anchoveta de un 80-20 a un 20-80, de industriales a artesanales. ¿Qué impacto puede tener para la zona pesquera del norte este cambio?
Se produce porque la distribución en particular de la sardina y anchoveta no tenía ningún fundamento científico ni práctico. Las sardinas y anchovetas viven en las cinco primeras millas a lo largo de la costa del norte de Chile y por lo tanto esas cinco millas corresponden al Área de Reserva de la Pesca Artesanal. Si un recurso vive dentro de las cinco primeras millas, lo natural es que quienes puedan acceder a él sean quienes pueden pescar dentro de las cinco primeras millas.
Lo que ocurría es que la ley Longueira había establecido la facultad de la industria para perforar las cinco primeras millas e ir con sus barcos a pescar dentro de esta zona. Ahora se estableció la prohibición de esa perforación y que el sector artesanal tuviera acceso a este recurso de manera prioritaria.
Esto no significa un daño para la industria, ya que siguen siendo sus plantas de proceso las que van a recibir este recurso desde el sector artesanal, pero ahora a diferencia de un sector artesanal dependiente, que solo dependía de que la industria le traspasara sus cuotas, ahora son cuotas propias del sector artesanal que puede escoger dónde las va a entregar.
Merluza
— En la zona centro-sur, y particularmente con la merluza, el cambio fue leve. Específicamente pasó de 40-60 a 45-55, lo que no dejó contentos a los pescadores artesanales de zonas como Valparaíso y el Bío-Bío. ¿Cómo ve esta situación?
La discusión sobre fraccionamiento es sobre 23 pesquerías que finalmente se dividieron. En todas donde el sector artesanal desarrolla faena pesquera, efectivamente el sector artesanal crece. Pero el porcentaje de ese crecimiento depende de las condiciones en las que estaba la distribución previa y también de la opinión que tiene el poder legislativo respecto de hasta dónde se puede llegar en estas materias.
El Ejecutivo hizo un proyecto original que en el caso de la merluza establecía un crecimiento modesto, pero durante el debate legislativo se incrementó en la Cámara de Diputados esa posibilidad de crecimiento del sector artesanal y finalmente el Senado contrajo muchísimo esa propuesta. Teníamos una dificultad muy grande porque teníamos una opinión de la Cámara que quería un gran crecimiento en la merluza y una opinión del Senado que nos volvía a foja cero.
El trabajo de la Comisión Mixta fue lograr un acuerdo que permitiera la viabilidad de un fraccionamiento en la merluza y lo logramos porque obtuvimos siete votos a favor, solo uno en contra, y finalmente fue aprobado por 122 votos en la Cámara de Diputados y 38 votos en el Senado sin votos en contra.
— Una de las aristas que ha generado cuestionamientos en sectores medioambientales es el tema del besugo, porque hay quienes han criticado que apareció de la nada, como compensación por el cambio en la merluza...
Es importante identificar que esa especie está en veda y continúa en veda. El Comité Científico se tendrá que reunir cuando lo estime pertinente para evaluar esa veda y si define que ese recurso continúa en veda, va a continuar en veda. Lo que está planteado es que si este recurso se recupera, hay que enfrentar la discusión sobre su distribución.
Ese punto parece una fortaleza desde el punto de vista preventivo, porque íbamos a tener 22 pesquerías fraccionadas, y si este recurso durante los próximos 15 años se recupera, ¿qué iba a ocurrir con él?
Lo que se ha resuelto es un fraccionamiento para este recurso muy similar al que existe para las pesquerías donde el sector artesanal no desarrolla esfuerzo pesquero significativo. No está puesto en amenaza el recurso, toda vez que el comité científico tendrá que definir la veda en el futuro.
— Esta discusión fue muy intensa y generó coletazos en la interna del oficialismo. ¿Qué saca en limpio de todo este proceso, desde la perspectiva política?
Esta es una discusión de intereses y como toda discusión de intereses tiende a ser polarizante. No tiende a ser polarizante en el eje gobierno-oposición, sino en los ejes territoriales. Muchas veces veíamos una confrontación entre los parlamentarios de un territorio respecto a los parlamentarios de otro territorio.
Sin embargo, quiero destacar que aún a pesar de esa tensión inicial, las mayorías que se lograron en la tramitación de este proyecto son inéditas, tanto en primer trámite, en segundo trámite y finalmente en la discusión de la comisión mixta. Lo que muestra una transversalidad en la aprobación que me parece muy importante, y más importante cuando tenemos discusiones en el sector de la industria que amenazan con ir al Tribunal Constitucional. Estamos en presencia de una legislación que fue impulsada por el Ejecutivo, pero que ha tenido un apoyo muy masivo en el Parlamento.
Inconstitucionalidad de fraccionamiento
— En esa misma línea, ¿ve con poco futuro la iniciativa de ir al Tribunal Constitucional que se apoya en el tema de financiamiento por el cambio en el sistema de licitación del jurel?
Estamos muy confiados de la fortaleza jurídica con la que fue construido el proyecto de fraccionamiento y por lo tanto no vemos más allá de la retórica como una amenaza significativa la discusión del Tribunal Constitucional.
Nos sentimos muy respaldados porque tenemos un informe en derecho de Gonzalo García Pino, ex miembro del Tribunal Constitucional durante 12 años, que entrega un análisis muy sólido respecto de por qué no es pertinente el debate constitucional en esta materia.
Para nosotros que se haya rechazado la temática de licitaciones es una tristeza grande, porque creemos que la licitación es un mecanismo pertinente para asignar los recursos pesqueros.
Teníamos el deber de buscar un mecanismo de financiamiento alternativo y lo que ha hecho la cartera de Hacienda es recoger una propuesta que había surgido desde los propios parlamentarios, esta figura de la patente por el pago de transferencias por la pesca en la zona económica exclusiva de Chile de recursos que se hayan adquirido por transferencia de cuotas extranjeras.
Ley General de Pesca
— Sobre lo que aún queda pendiente, el resto de la ley de pesca, ¿cómo visualiza la discusión que se está dando en la Comisión de Pesca de la Cámara de Diputados?
Estamos muy satisfechos por el avance que ha tenido ese proyecto. Consta de 12 títulos, es un proyecto de 360 artículos más 40 artículos transitorios, literalmente un código, y de los 12 títulos ya hemos aprobado en la Comisión de Pesca 10 de ellos. Nos queda un 20% de la discusión legislativa en la comisión y tenemos confianza que vamos a poder avanzar durante los próximos meses.
Dentro de esos contenidos hay contenidos muy importantes, como lo referido a la plataforma social, donde efectivamente se entregan condiciones de beneficio social para el mundo de la pesca artesanal que ha estado muy desprotegido. Sin embargo, también vemos con realismo cuál puede ser la discusión posterior, porque notamos en la ley de fraccionamiento una oposición muy fuerte por parte de algunas bancadas a ese instrumento.
Bruma
— En un tema asociado a las complicaciones entre la pesca artesanal e industrial, y que impactó al país, ¿la capacidad de fiscalización está al día para evitar nuevos casos como el del barco Bruma, destruido por un aparente choque con un barco de pesca industrial?
Siempre uno tiene la sensación de que se podría avanzar más, pero la Armada y Sernapesca hacen un tremendo esfuerzo para mantener fiscalización sobre embarcaciones, considerando además que hoy día tenemos mecanismos electrónicos para saber cuál es el posicionamiento de las embarcaciones.
A propósito de la tragedia de la embarcación Bruma, que era una embarcación artesanal de mayor envergadura que desarrollaba faenas fuera del área de reserva, hay un track de navegación donde uno puede ver cuál es la ruta que va siguiendo esa embarcación en el tiempo y también visualizar los tracks de navegación de las embarcaciones industriales. Toda esta información es parte de lo que se aportó por parte del Servicio Nacional de Pesca a ambas investigaciones.
— La industria Blumar ha estado pidiendo ocupar el barco que está siendo investigado, el -Cobra, para su cuota de fraccionamiento. ¿Cómo visualiza esta situación?
Nosotros obviamente rechazamos esa solicitud y nos parece que más allá de que es un incumplimiento de una norma expresa, porque la embarcación está retenida, es una falta de empatía con el dolor de las familias.
Si más adelante esa embarcación ya no tiene la situación de retención legal para su faena, obviamente la industria podrá hacer la solicitud que corresponda. Pero no es solo importante cumplir con las normas, también es importante mostrar solidaridad y empatía con las víctimas de una tragedia tan grande.
Pesca ilegal
— En otro tema, más allá de la ley, pero relevante para el país y el mundo de la pesca, ¿cómo está manejando Chile el tema de la pesca ilegal? ¿Hay avances o tenemos un desafío importante todavía?
Somos una potencia pesquera muy importante y por lo tanto tenemos regulaciones y fiscalizaciones de talla mundial. Los problemas de pesca ilegal tienen diferentes dimensiones. Lo de flotas internacionales en materia de pesca ilegal es algo que tenemos completamente controlado desde el punto de vista de la legislación chilena y de los fiscalizadores.
Las flotas que pescan fuera de las 200 millas, no tenemos ningún antecedente y tenemos las imágenes de su track de navegación, sabemos lo que han realizado, no tenemos ningún antecedente que realicen faenas de pesca en aguas chilenas. Sabemos que transitan todos los años desde el Atlántico al Pacífico, pasando por el Estrecho de Magallanes, donde piden autorización para hacer ese cruce. Nosotros vemos más estos barcos porque llegan pidiendo ingresos a puerto para ser recibidos en un astillero o para recibir sus tripulaciones.
Estaría muy tranquilo en relación al trabajo que realiza la Armada y Sernapesca en materia de fiscalización y pesca ilegal. Sí lo encontramos en otro plano, en el nivel más pequeño, más local, donde hay pesca furtiva de embarcaciones nacionales o robos en áreas de manejo, donde entran buzos en lanchas a sacar recursos que le ha costado mucho a la pesca artesanal cuidar. Ese tipo de pesca ilegal es la que más nos afecta.