
Fin al corazón de Ley Longueira: Senado despacha fraccionamiento y artesanales aumentan participación en 22 pesquerías
Hace más de una década que los pescadores artesanales venían exigiendo una nueva normativa que corrija la desigualdad -que actualmente beneficia a la industria- en torno a la distribución de las cuotas de capturas de recursos marinos.
Ese día llegó. En una jornada histórica, el Senado despachó a ley el controversial -y también urgente- proyecto de fraccionamiento pesquero, iniciativa presentada por el Ejecutivo que busca equiparar la cancha respecto a las cuotas de captura de 22 pesquerías de Chile.
Tras casi dos horas de discusión y bajo la mirada expectante de algunos pescadores presentes en las gradas, la sala del Senado aprobó la iniciativa con 38 votos a favor, 1 abstención y cero en contra, el informe de la Comisión Mixta, luego de ser respaldado el martes 17 de junio por la Cámara de Diputados.
Por lo tanto, la iniciativa ya fue despachada del Congreso y solo queda que sea promulgada como ley
El proyecto contempla un traspaso de $160 millones de dólares anuales desde el sector industrial al sector artesanal, según informó el ministro de Economía, Nicolás Grau, quien además valoró el acuerdo transversal durante los últimos meses en el Congreso.
"Es posible hacer cambios profundos en el país de forma transparente y buscando amplios consensos", expresó.
Por su parte, el vocero de la Alianza en Defensa de la Pesca Artesanal, Hernán Cortés valoró el resultado de la votación que pone fin a años de injusticias.
"Sin duda, es un paso importante a favor de la pesca artesanal. Hoy día debemos estar contentos de que le dimos un golpe mayor a la ley corrupta, la Ley Longueira. (...) Este fraccionamiento viene a hacer justicia por la pesca artesanal", manifestó.
Sin embargo, aún quedan demandas pendientes que exige el sector como la creación y el financiamiento de una plataforma social, que insistirán sea abordada en la actual tramitación de la nueva Ley de Pesca, proyecto que también presentó el Ejecutivo.
La tramitación del proyecto no estuvo exenta de polémicas y es que durante la recta final el ministro Grau fue blanco de una serie de críticas de parte de los pescadores artesanales, quienes lo acusaron de "traición".
De hecho, el mismo diputado Jorge Brito (FA) -del mismo partido que el secretario de Estado- lo acusó de romper su palabra en al menos dos oportunidades durante la tramitación: la primera cuando aceptó la distribución 52-48 -ya que la propuesta inicial era de 70-30; y la segunda cuando acordó 55-45.
Pese a las críticas, el vocero de la Alianza por la Pesca Artesanal felicitó al ministro de Economía y al subsecretario Julio Salas, como también "a todos los parlamentarios que defendieron la pesca artesanal y votaron en consecuencia de esto.
El debate por la merluza
El debate por la distribución de cuotas de la merluza común fue uno de los más complejos de abordar durante las últimas sesiones en la Comisión Mixta. Si bien en esta instancia se había aprobado un 52% para el sector artesanal y un 48% para la industria, la medida fue desestimada por una serie de motivos.
En primer lugar, parlamentarios pedían repetir la votación debido a que el subsecretario de Pesca, Julio Salas, entregó datos desactualizados en una se la sesiones. Esta información fue revelada por el mismo ministro Grau.
A su vez, desde la industria la empresa Pacific Blu manifestó su preocupación por la nueva distribución de cuotas anunciando que dejarían de operar a fin de año. Medida que fue criticada por los dirigentes de la pesca artesanal, quienes acusaron a la compañía de planear una estrategia para revertir este resultado.
Posteriormente, en una nueva sesión de la comisión se aprobó nuevamente una nueva distribución de cuotas para la merluza común que, si bien benefició al sector artesanal, estaba lejos de constituir lo que inicialmente pedía.
El resultado culminó con un 55% para el sector industrial y solo un 45% para la pesca artesanal, pero con posibilidad de llegar a un 50%. En dicha instancia, algunos parlamentarios oficialistas habían propuesto una repartición 50-50, que fue desestimada.
Recordemos que actualmente, la actual ley de pesca -también conocida como Ley Longueira- otorga un 60% de la merluza para la industria y solo un 40% para los pescadores artesanales.
Posterior a esta votación, la empresa Pacific Blue emitió un comunicado confirmando que no detendrían sus operaciones, al quedar conformes con el resultado.
La nueva distribución de cuotas para la merluza dependerá de dos escenarios: si la cuota global anual fijada es igual o menor a 35.020 toneladas, el fraccionamiento que regirá para los artesanales será de un 45% (piso mínimo).
Por el contrario, si la cuota global anual fijada supera las 35.020 toneladas, este excedente irá directamente al sector industrial, con un tope máximo de 50%.
Anchoveta y sardina española
Si bien el debate en la Comisión Mixta tuvo como protagonista a la merluza común, la instancia también abordó las nuevas cuotas para otros recursos como las de la anchoveta en el norte: la normativa estableció una distribución favorecedora para los artesanales.
En concreto, para el área marítima comprendida entre las regiones de Arica y Parinacota, de Tarapacá, de Antofagasta, de Atacama y de Coquimbo, la distribución quedó entre los rangos de 85% a 55% para el sector artesanal y de 15% a 45% para la industria.
Estos rangos serán determinados por la actividad industrial: si no cumplen con la captura efectiva asignada, la fracción para los artesanales aumentará en 10 puntos porcentuales al año. En tanto, si la industria cumple con la captura efectiva, mantendrá su porcentaje inicial o incrementarlo hasta en 10 puntos porcentuales al año.
Las misma distribución y condiciones fueron establecidas para la sardina española.