
Lavado de calles: La medida que podría ayudar a reducir la contaminación en Santiago por el polvo que levantan los autos
Bajo preemergencia ambiental ha estado Santiago en los últimos días debido a la mala calidad del aire. En días como estos, especialistas han alertado que se agravan estados de salud cardiorrespiratoria o incluso aumentan las muertes prematuras en personas con condiciones de base.
Según el investigador del Centro de Desarrollo Urbano Sustentable (CEDEUS), Héctor Jorquera, las partículas más finas que contaminan el aire han logrado reducirse hasta acercarse al máximo permitido en la norma actual, a través de medidas como la restricción vehicular. Pero hay otro tipo de contaminación que aún prevalece y para la que no hay muchas medidas eficientes.
Se trata de las partículas respirables más gruesas, que son producto de polvo que se deposita en las calles por la aridez del clima santiaguino, y que son levantadas por la circulación de autos en las calles.
Combatir este tipo de contaminación es difícil porque es levantada por el paso de vehículos, sin importar si estos son eléctricos o a bencina. El especialista recomienda el lavado de calles, que se hace de forma esporádica, pero que tampoco logra contener todo el polvo.
“Las municipalidades que tienen más ingresos ejecutan por su cuenta programas de lavado de calles. Pero las otras comunas dependen del Gobierno Regional que, dependiendo del financiamiento, ejecuta estos programas cada año”, comenta.
Según el investigador este problema es propio de grandes ciudades que se ubican en zonas áridas con falta de agua y con mala ventilación. “Es difícil reducir ese polvo, incluso si se están limpiando las calles constantemente, porque el ambiente es muy árido y todos los días va cayendo polvo que se deposita en las calles”, sostiene.