
Camionetas a diésel y leña en el Gran Santiago: Los obstáculos que mantienen insalubre el aire en la capital
En Santiago se respira un aire más limpio que hace unas décadas gracias a medidas que en su momento fueron impopulares, como la prohibición de quemar leña y la restricción vehicular. Sin embargo, el país sigue estando entre los que tienen más muertes prematuras por contaminación atmosférica.
Ante esta situación, y en días de alerta ambiental por contaminación en Santiago, el ex ministro de Medio Ambiente, Marcelo Mena, analiza y enumera dos situaciones que estancan la mejoría de calidad del aire en la capital: la quema de leña en áreas rurales de la región y los vehículos a diésel.
Leña contamina Santiago
Mena relata en una columna de opinión en El Mostrador, que cuando se prohibió la quema de leña en áreas urbanas de Rancagua, la medida tuvo un impacto medible incluso en la calidad del aire de Santiago.
Por esto, propone avanzar en el recambio de calefactores en áreas no urbanas de la Región Metropolitana, ya que la contaminación generada por la quema de leña en áreas rurales sigue afectando a la zona urbana, donde está prohibida esta práctica.
Ante esto, ha crecido la idea de electrificar la calefacción, como parte de las recomendaciones que ha hecho el Panel Intergubernamental para el Cambio Climático de la ONU (IPCC), para afrontar la crisis climática, ya que cada vez un mayor porcentaje de la electricidad que consumimos se genera a través de energías renovables, que no emiten gases de efecto invernadero.
La quema de leña no solo emite material particulado sino metano, que tiene una capacidad de calentamiento hasta 40 veces mayor que el dióxido de carbono. También emite carbono negro, que se deposita sobre los glaciares oscureciendo su superficie y acelerando su derretimiento.
Impuesto al diésel
El transporte público en Santiago ha sufrido un gran recambio hacia la electromovilidad, y hoy en día el Transantiago es responsable de solo un 3% de la contaminación del sector en la ciudad. También se ha hecho un esfuerzo de renovar el parque automotor a modelos más nuevos y menos contaminantes.
Según Mena, la piedra en el zapato para reducir la contaminación del transporte sigue siendo el diésel; un combustible que según el ex ministro contamina mucho más que la gasolina y paga una cuarta parte en impuestos, lo que incentiva su uso.
Además, declara que los vehículos que más contaminan en la zona urbana son camionetas y furgones comerciales livianos a diésel que están exentos de pagar impuestos. Aumentar el impuesto al diésel y eliminar las exenciones tributarias para vehículos de carga y comerciales han sido parte de las propuestas del gobierno de Gabriel Boric, pero se trata de medidas que generan fuertes críticas desde rubros como el de los camioneros.
Mena explica que el aumento en la recaudación fiscal a raíz de estas medidas podría usarse para subsidiar el recambio a electromovilidad u otros incentivos que logren reducir la contaminación ambiental.