
De residuos salmoneros a fertilizante: Científicos crean una solución nutritiva económica para la agricultura familiar
En Chile, la industria acuícola se basa en un 90% en el cultivo de salmones con instalaciones ubicadas en tierra que ocupan agua dulce de pozos, ríos y lagos. De esta situación se desprende un problema: la generación diaria de lodos (residuos) producidos a partir de las fecas de los peces y de la alimentación no consumida. Se calcula que, por cada tonelada de salmón producido, se generan 1.400 kilos de residuos, los que terminan descartados en vertederos.
Al respecto, existe un innovador proyecto liderado por la científica Constanza Jana del Instituto de Investigaciones Agropecuarias (INIA) Intihuasi: “Valorización de residuos sólidos de la acuicultura mediante la recuperación de nutrientes y la elaboración de un fertilizante orgánico para la hidroponía y acuaponía circular”. Este espera reutilizar desechos de la industria salmonera para transformarlos en una fuente de nutrientes para algunos cultivos.

Aporte nutricional
“Las empresas de salmón deshidratan estos lodos a altas temperaturas para quitarles toda el agua y, así, poder enviarlos al vertedero, la ley les dice que deben extraerle cerca del 70% del agua. Entonces, entendiendo que estos restos contienen nutrientes, que queremos rescatar como aporte nutricional para plantas en sistemas hidropónicos, comenzamos a trabajar en el proyecto que ya cumple un año”, comenta la experta.
Jana, directora de la iniciativa, añade que “hemos determinado que hay nutrientes en los residuos que son esenciales en cantidades que podrían ser extraídos a través de la mineralización o del compostaje, y en ambos casos podría servir en algún sistema de hidroponía. Para ello estamos asociados con la Universidad Católica del Norte, que trabaja en la línea de mineralización mientras que INIA trabaja la línea de compostaje”.
Solución para campesinos
Una idea es elaborar una solución nutritiva segura, inocua y de bajo costo en base a estos desechos que sea una opción real para la agricultura familiar campesina, ya que utilizan fertilizantes para sus cultivos, los cuales pueden ser costosos, además que deben enfrentar la escasez hídrica.
La investigadora de INIA Intihuasi apunta que “las personas, muchas veces, abandonan su proyecto de hidroponía por el alto costo de los fertilizantes, o por la dificultad de preparar soluciones nutricionales complejas, así es que pensamos que algunos nutrientes como el nitrógeno o el fósforo, que son esenciales y primarios, pueden ser obtenidos de estos residuos y entregados a las plantas en formato sólido o líquido”.
Luego de un año de investigación, el proyecto financiado por el Fondo de Fomento al Desarrollo Científico y Tecnológico (Fondef) dependiente de la Agencia Nacional de Investigación y Desarrollo de Chile (ANID), ya se encuentra en una etapa de validación de los resultados y continuará con la creación del producto final que se propone, el que podría convertirse en un aporte significativo para el desarrollo del agro en la zona.