
Eric Aedo, vicepresidente de la Cámara Baja: "Me indigna que el Frente Amplio intente endosar a la DC la corrupción"
Elecciones parlamentarias y presidenciales, las consecuencias de lo que se conoció en torno a los detalles de la investigación de la arista ProCultura del caso Convenios, debates en el marco de varios proyectos legislativos y la gestión durante el último año del Gobierno del Presidente Gabriel Boric.
Todas estas temáticas de la contingencia nacional, que mantienen álgido el debate en el espacio público, las abordó en El Desconcierto el diputado de la Democracia Cristiana y vicepresidente de la Cámara Baja, Eric Aedo, quien ha jugado un rol fundamental en el avance de discusiones que han materializado acuerdos en el ámbito parlamentario.
El exjefe de la bancada de la falange criticó las acusaciones de la presidenta del Frente Amplio, Constanza Martínez, que vincularon a la DC con las criticadas fundaciones que recibieron traspasos millonarios desde el fisco, calificándolas como "falta de criterio y destreza política".
Asimismo, abordó en ese contexto la acusación constitucional contra el delegado presidencial de la Región Metropolitana, Gonzalo Durán, las filtraciones judiciales y los posibles escenarios presidenciales donde podría reaparecer Eduardo Frei. "La lista parlamentaria con el Socialismo Democrático y la Democracia Cristiana mostraría una alternativa a la ciudadanía", aseguró.
Relación entre la DC y el Frente Amplio
-¿Cómo toma las declaraciones de la presidenta del Frente Amplio sobre Alberto Larraín, que vinculan a la DC con el caso ProCultura?
Con toda franqueza, me sorprende e indigna. Me extraña que el Frente Amplio y su presidenta hagan esa declaración en medio de una situación compleja para el propio Frente Amplio y para el gobierno. Yo he trabajado en cuatro gobiernos: trabajé como profesional joven con Frei, fui director de un servicio con Lagos, gobernador con Bachelet 1 y seremi con Bachelet 2.
Nunca había visto al término de un gobierno lo que aprecio en este: estamos recién en mayo, quedan todavía 9 meses de gobierno, y aunque obviamente existe el síndrome del pato cojo, en este gobierno ha sido un proceso muy acelerado. Veo mucho desorden en las filas del gobierno, veo un gobierno que necesita conducción.
Me llama mucho la atención esta falta de criterio y destreza política de la presidenta del Frente Amplio para no hacerse cargo de un problema propio. El problema de la corrupción atraviesa todo el arco político: a la derecha, a la Democracia Cristiana, a la centro-izquierda, pero en este caso le está tocando al Frente Amplio.
En vez de reflexionar sobre qué les está sucediendo con los temas de corrupción a un partido que se decía distinto, que hacía las cosas de manera diferente, no como la "vieja concertación", simplemente endosan el problema a un tercero, en este caso a la Democracia Cristiana.
Con ironía les contesté que hasta Gokú sabía que en 2018 Larraín se había ido de la Democracia Cristiana. Se fue hace 7 años y los contratos de los que estamos hablando sucedieron en 2022 o 2023, mucho tiempo después. Es efectivo que muchos gobernadores regionales también fueron DC, como Rodrigo Díaz en Biobío, pero antes de la suscripción de esos contratos.
El acto de corrupción, fraude probable o tráfico de influencias no lo hace Larraín por haber sido DC. Podría agregar además que es católico, que es estudiante de cura, y entonces terminaríamos echándole la culpa a sus padres por haberlo traído al mundo.
Acusación constitucional contra Gonzalo Durán
-¿Cómo influye esta situación en la posición de la DC sobre la acusación constitucional contra el delegado presidencial?
Vamos a tomar una decisión desde la madurez política frente a la acusación constitucional. Somos conscientes de que no podemos dejarnos arrastrar por la rabia o el malestar, que la decisión tiene implicancias políticas, generará efectos políticos y seremos responsables de esa actuación. No nos vamos a dejar llevar por el arrebato.
En la actual situación, podemos dar una señal política desde la abstención. Por ejemplo, no dar nuestro voto para la acusación constitucional, pero que una parte de la bancada se abstenga y otros voten a favor, dejando todo esto muy cercano a la aprobación.
Cuando conversamos anteriormente, había planteado que íbamos a votar en conjunto, pero en ese momento no estaba este dato sobre la mesa. Ahora podemos decidir que algunos apoyen y otros se abstengan para dar una señal política. No es libertad de acción donde cada uno vote como quiera, sino una decisión consciente de conjunto.
Creo que es poco probable que la acusación constitucional prospere. Vamos a actuar con madurez política porque sabemos que lo que hagamos tendrá un efecto en la construcción de alianzas parlamentarias y en la convivencia política. Me encantaría que la presidenta del Frente Amplio tuviera la misma reflexión de responsabilidad política y no generara un problema donde no lo había.
Acusaciones de espionaje político
-¿Qué opina de la acusación sobre espionaje político que también planteó la presidenta del Frente Amplio?
No la comparto. ¿Dónde habría espionaje político? Espionaje político sería si la PDI, el Ejército o algún particular interceptara una comunicación telefónica sin anuencia de un tribunal y luego difundiera esa intercepción.
Pero acá lo que estamos viendo es que hay un fiscal investigando casos de corrupción y financiamiento ilegal de la política, que va a un juez de garantía y ese juez autoriza la intercepción telefónica. Por tanto, no hay espionaje político, sino una acción de la justicia.
El problema que tenemos es que, como hay tantas personas querellantes que acceden a las carpetas, se pierde el control respecto de la información que sale. Por eso en las últimas semanas la fiscalía ha ido tachando lo que no corresponde, pero comenzó a hacerlo después de que ya se había filtrado información.
Comparto lo que plantea el fiscal nacional Valencia sobre hacer un ajuste legal para definir quiénes tienen legitimación activa en casos de connotación pública, o tener una medida de control más precisa sobre qué aparece en esas carpetas, limitándose a lo referido a la investigación.
Filtraciones y eventuales operaciones políticas
-¿Considera que hay intencionalidad política detrás de las filtraciones?
Cuando salió lo de Carol Cariola y el tema de la patente, no logró tanta fuerza como cuando filtraron las conversaciones con Elizabeth, donde lo que causó mayor conmoción política fue cómo se referían a la situación política. Porque ahí el problema no solo venía desde la derecha hacia la figura de Cariola, sino que el propio oficialismo quedó impactado. Creo que esa filtración tuvo todos los elementos de una operación política.
En esa conversación no había ningún delito, era la conversación de dos amigas refiriéndose en términos muy duros al presidente de la República. Si a mí me dieran a conocer el chat que tengo con mis excompañeros de colegio o a ti con tus amigas, probablemente sería similar. Varias de estas filtraciones tienen características de operación política.
Deterioro de la confianza ciudadana
-¿Cree que estas filtraciones y reacciones aumentan la desconfianza ciudadana hacia el sistema político?
Totalmente. Si uno ve el caso ProCultura, impacta directamente en el mundo de la centro-izquierda y la izquierda. Si uno ve el caso notarios, ministros de la Corte y Hermosilla, impacta fuertemente en la derecha. Tenemos investigaciones con muchas filtraciones que afectan a todo el espectro político.
Creo que la gente, cuando ve esto, llega a la conclusión de "que se vayan todos", como pasó en Argentina. Comparto lo que plantean algunos en privado: esto es un juego de suma cero que daña toda la institucionalidad. Nadie gana, por más que algunos sectores crean que están sacando rédito.
Los sectores más duros ganan en esto. La extrema derecha ha crecido en Chile; hace 5-7 años era un fenómeno anómalo, hoy casi parece moderada. También los sectores más a la izquierda pueden sentirse más antisistema. Mi preocupación es que estamos en un juego de suma cero donde lo que se daña es la institucionalidad en su conjunto.
Articulación de las listas parlamentarias
-Respecto a las listas parlamentarias, ¿cómo podría resolverse la articulación después de estos conflictos?
Yo creo que la lista parlamentaria única que quiere el oficialismo tiene un problema práctico: no creo que quepamos todos en una lista. La DC, el PC, el Frente Amplio, los socialistas, los PPD, los radicales, los liberales, los regionalistas... es demasiado amplio, son muchos candidatos y las listas son restrictivas.
Soy mucho más partidario de que tengamos dos listas parlamentarias, con una lista en que esté el socialismo democrático con la Democracia Cristiana. Creo que eso mostraría una alternativa a la ciudadanía. Esto está en plena conversación, no está definido, pero las conversaciones ya se han iniciado y la DC está tremendamente interesada en que ese acuerdo se concrete.
Nosotros ya tenemos una definición: sabemos que solos no podemos, el camino solitario lleva a la desaparición. Hay un viejo adagio hindú que dice que si uno quiere llegar rápido va solo, pero si quiere llegar lejos va acompañado. Si la DC quiere seguir transmitiendo en el largo plazo, tiene que ir acompañada. Solos podemos tener 6-7% de la votación, y en Chile existes políticamente si tienes representación en el Congreso.
Escenario presidencial y la opción de Eduardo Frei
-¿Qué hay de la posibilidad de Eduardo Frei como candidato presidencial? ¿Sigue siendo una opción?
Debo reconocer que no me imaginé lo que iba a significar plantear el nombre de Eduardo Frei, que iba a mover el avispero de la forma que lo hizo. Mi respuesta fue directa, algo ingenua, frente a una hipótesis que me plantearon en una entrevista.
Yo creo que si en la primaria oficialista gana Carolina Tohá, a quien apoyamos aunque no participemos formalmente, sería un gran escenario. Pero si gana Jadue o Winter, creo que pasaría lo que sucedió en la elección de gobernadores regionales del Biobío, donde un candidato muy a la izquierda como Navarro, en una región tradicionalmente de centro, perdió frente al candidato de derecha por 73% contra 27%. Si en esa primaria vence Jadue o Winter, la derecha va a gritar "¡bingo!".
En ese escenario, creo que se podría mirar a Frei. Con el paso de los años, Frei se ha ido revalorizando. Cuando terminó su gobierno y asumió Lagos, Frei se fue con una sensación agridulce. Pero hoy se valora que durante años dimos por hecho que el desarrollo económico era algo natural, y fuimos descubriendo que no es así, que hay que tomar buenas decisiones y enfrentarse a grupos de interés. Eso es lo que valora la gente en Frei.
Tiene 82 años, es mayor, pero lo que rescato es el tipo de liderazgo: buscar acuerdos, aunar voluntades, tener una mirada de país y ser capaz de tomar decisiones para que Chile vuelva a crecer económicamente. Ahora, respecto a Alberto Undurraga, por más que algunos intenten levantarlo otra vez, creo que solo sería posible si no gana Tohá. En ese escenario se puede abrir la discusión donde estarían tanto Alberto como Frei.
El conflicto de la ley de pesca
-Sobre la Ley de Pesca y el "error de números", ¿cómo ve que se solucionará este tema?
Algo positivo que pasó en la comisión mixta es que se dio un espacio de dos semanas que el mundo político debe aprovechar para llegar a un acuerdo. Lo central es resolver el tema de la merluza común, porque el efecto de lo aprobado en la Cámara y el Senado produciría pérdida de empleo y cierre de empresas en la región del Biobío.
El resto de la ley está suficientemente zanjado, pero en el caso de la merluza, el efecto generaría desempleo importante en Biobío, principalmente de mujeres en plantas procesadoras. Esto se suma a que ya se cerró Huachipato en una región que era industrial.
Me sorprende la insensibilidad de ministros como Grau o Salas frente a gente que pierde su trabajo. Creo que es una mirada ideológica, de que "los empresarios son malos" o "las siete familias" o "la ley corrupta de Longueira". Pero todos estuvimos de acuerdo en declarar nula esa ley, fue transversal.
Siempre conversé con ellos sobre un acuerdo más equitativo: 52-53% para la industria y 47-48% para la pesca artesanal, cuando antes era 60-40. Pero hoy ese equilibrio no está. Espero que se llegue a ese acuerdo o al menos a un 50-50. Si ese acuerdo no se construye y se cierran empresas, estoy casi seguro de que en el próximo gobierno, esa discusión se volverá a abrir.
Salarios en el congreso
-¿Qué opina sobre la discusión de los salarios de funcionarios del Congreso?
Lo que estamos planteando es que respecto a las personas ya contratadas, se haga lo que se llama planta de extinción: que quienes están no pierdan sus derechos adquiridos. Sus altos salarios son producto de decisiones tomadas en los años 90 de las que ellos no fueron parte.
La idea es dejar esa planta en extinción y que todo lo nuevo que se contrate sea bajo la nueva norma. Cuando estas decisiones se tomaron en 1993-94, no existía la inteligencia artificial ni el desarrollo informático actual. Se optó por no pagar horas extras y mejorar los ingresos con bonos. En esa época se trabajaba incluso los sábados.
Hoy día hemos incorporado el proyecto Caminar, que por ejemplo permite transcribir las sesiones mediante inteligencia artificial. Ha habido un avance tecnológico muy grande. Lo que hemos acordado es que nadie gane más que el presidente de la República.
Dieta parlamentaria
-¿Está de acuerdo con rebajar la dieta parlamentaria?
No, porque la dieta parlamentaria se ha rebajado de tal forma que hoy es 52% inferior a lo que recibían los parlamentarios anteriores. Primero se rebajó un 25% durante el estallido social, y además hace más de 6 años que no se reajusta.
¿Es una mala dieta? No, soy consciente de que es 10 veces el ingreso mínimo. Pero no percibo una dieta que sea 20 o 50 veces lo que gana alguien en una empresa como ocurre entre un administrativo y un gerente general. Son 5 millones y medio, no 20 millones como muchos creen.
Las asignaciones no son para nuestro bolsillo: de ahí contrato personal, tengo un equipo de cuatro abogados, periodista, audiovisual, pago la oficina, pasajes, bencina, teléfono. Con todo, aunque lo explique 20 veces, seré para la gente un tipo que gana mucho. Pero cuando miro lo que he hecho en tres años como parlamentario, creo que he aportado: enfrenté el robo de madera en La Araucanía, separé las reivindicaciones legítimas de los pueblos originarios del crimen organizado, he apoyado proyectos de seguridad y he sido un puente entre distintos mundos.