
Familia que operó vertedero ilegal sobre humedal durante 15 años deberá pagar $2 millones: Alcalde critica multa
Por cerca de 16 años, una familia de Hualpén se tomó el humedal Vasco da Gama y operó sobre él un vertedero ilegal sin ningún permiso ambiental, recibiendo basura de distintos orígenes e incluso agrediendo físicamente a fiscalizadores de la Superintendencia de Medio Ambiente (SMA) y amenazando vecinos de la zona.
Ahora, tras años de presión ciudadana y varias clausuras temporales que no se hicieron efectivas, la Superintendencia de Medio Ambiente ordenó la clausura definitiva del vertedero. Por los años de contaminación, se estableció además una multa que dejó descontentos a vecinos y al alcalde de Hualpén: los titulares del vertedero deberán pagar $1.800.000.
“Nos parece bastante irrisorio el resultado de una investigación de más de cinco años. Toda la irregularidad del relleno ilegal estaba a la vista. La multa es de solo $1.800.000, cuando en el mismo informe se acredita que esta familia ha ganado más de $300 millones cobrando por la descarga de escombros. ¿De qué sirve tanto trámite si las sanciones dan risa?”, criticó Miguel Rivera, alcalde de Hualpén.
Los organizaciones vecinales del sector también ponen en duda que se cumpla la medida de clausura ya que el recinto había sido clausurado temporalmente en el pasado sin que esto se cumpliera, y cuando se instalaron vallas para impedir el paso de camiones, las autoridades ordenaron retirarlas.
Según el informe de la SMA, la operación del vertedero provocó un daño ambiental en el humedal, que está catalogado como sitio prioritario de conservación y que fue declarado como humedal urbano en 2024. La operación del vertedero generó pérdida de suelos, alteró el patrón hídrico del humedal y la cobertura vegetal, afectando el hábitat de al menos 20 especies de fauna en conservación, y 6 de ellas que sólo existen en Chile y tienen baja movilidad, lo que las hace más vulnerables a amenazas.
Humedal urbano
El humedal Vasco da Gama en Hualpén (o Chimalfe según su nombre en mapudungún), tiene una superficie de 64 hectáreas y completa la conectividad ecológica del sistema de humedales Rocuant-Andalién, Vasco da Gama, Paicaví y Tucapel Bajo en la región del Biobío.
A pesar de ser considerado “uno de los más amenazados del país”, según declaró la Ministra de Medio Ambiente Maisa Rojas, el humedal es un hábitat importante en la región del Biobío para plantas nativas como la totora o el junquillo, y para animales como la lagartija de Schroeder, la rana chilena, el coipo, el pájaro sietecolores y la garza cuca, entre otros.
Tras años de trabajo organizado entre vecinos y organizaciones ambientales de la comuna, el ecosistema fue declarado como humedal urbano, lo que permite a la municipalidad emitir ordenanzas de protección y para limitar loteos y construcciones sobre el espacio, que también quedará categorizado como área de protección en los instrumentos de ordenamiento territorial como el Plan Regulador.