Esta semana se publicó en el Diario Oficial un decreto que declara al humedal Vasco da Gama como humedal urbano, quedando protegido bajo ley. Se trata de una señal esperanzadora para vecinas y vecinos de Hualpén que llevan años luchando para recuperar el humedal, hoy usado como vertedero ilegal.

Ya en 2009 se registraba la ocupación irregular del humedal por parte de una familia, y la instalación de un vertedero ilegal en el ecosistema. El hecho ha sido fiscalizado en diversas ocasiones por la Superintendencia de Medio Ambiente. La autoridad determinó que la actividad no tiene el permiso ambiental necesario para operar.

El vertedero fue clausurado por la SMA en 2023, pero recientes fiscalizaciones develaron que se continuaba acopiando basura nueva y escombros en el lugar, por lo que se renovó la medida de clausura mientras se investiga el caso.

Además, según reportes del medio Resumen.cl que ha seguido el caso desde sus inicios, solo en 2024 se han registrado amenazas contra una dirigenta vecinal que denunció la situación del humedal, y un hecho de agresión a un funcionario municipal del departamento de Medio Ambiente.

A raíz de la reiterada situación de desacato y el daño ambiental reiterado, la Red de Humedales del Biobío y la Municipalidad de Hualpén ingresaron el pasado jueves 5 de septiembre una querella por delitos ambientales contra la familia que administra el vertedero ilegal.

Nuevo humedal urbano

El humedal Vasco da Gama en Hualpén (o Chimalfe según su nombre en mapudungún), tiene una superficie de 64 hectáreas y completa la conectividad ecológica del sistema de humedales Rocuant-Andalién, Vasco da Gama, Paicaví y Tucapel Bajo.

A pesar de ser considerado “uno de los más amenazados del país”, según declaró la Ministra de Medio Ambiente Maisa Rojas, el humedal es un hábitat importante en la región del Biobío para plantas nativas como la totora o el junquillo, y para animales como la lagartija de Schroeder, la rana chilena, el coipo, el pájaro sietecolores y la garza cuca, entre otros.

El hecho de que el ecosistema haya sido declarado como humedal urbano implica en primer lugar que los vecinos y el municipio recabaron detallados antecedentes sobre el estado actual y biología del espacio, y que el ministerio lo identifica como un lugar de alto valor ecológico.

Ademas, entrega herramientas a la Municipalidad para emitir ordenanzas de protección del humedal y para postergar permisos de subdivisión predial, loteo, urbanización y construcciones.

Además, estos humedales declarados deben ser incluido en todos los instrumentos de planificación territorial, como los Planes Reguladores Comunales, como “áreas de valor de protección natural”.