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Será la quinta hidroeléctrica en el Biobío y taló árboles amenazados: La historia ambiental de Rucalhue
Tala de bosque para construcción de la central Rucalhue. Foto: Darío Cuellar Arellano.

Será la quinta hidroeléctrica en el Biobío y taló árboles amenazados: La historia ambiental de Rucalhue

Por: María del Mar Parra | 21.04.2025
Decenas de camiones ardieron en la zona de construcción de la central Rucalhue tras un ataque incendiario en investigación. La hidroeléctrica está en proceso de tala de bosque nativo para su construcción. Organizaciones han protestado por el impacto acumulado en el Biobío

En uno de los ataques incendiarios más grandes que han ocurrido en el Alto Biobío, el pasado domingo encapuchados quemaron medio centenar de camiones en la zona de construcción de la central hidroeléctrica Rucalhue.

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Este proyecto constituye lo que será la quinta central hidroeléctrica en el río Biobío, y es motivo de un largo conflicto socioambiental con comunidades mapuche, ambientalistas y los alcaldes de Quilaco y Santa Bárbara, que critican los impactos ambientales de sobre-intervenir el río, y de talar bosque nativo de conservación alrededor del curso de agua.

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Organizaciones ambientales que se oponen al proyecto han alertado sobre la importancia de que se investigue y esclarezca el ataque incendiario para que el hecho no quede envuelto en un velo de dudas que también les perjudica.

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Recuerdan que la empresa ya se querelló en el pasado contra ambientalistas de la zona que protestaban contra la construcción de la central, iniciando un proceso judicial que terminó sin condenados.

Río Biobío y bosque nativo

La intervención con centrales hidroeléctricas en el río Biobío ha sido motivo de conflicto con el pueblo mapuche desde hace varias décadas.

Tras llevar una ardua protesta contra la construcción de la central Ralco en el mismo río, fue que en 2013 apareció ahogada la lideresa pehuenche Nicolasa Quintremán, en un caso que fue declarado como accidental pero que sigue generando dudas en comunidades mapuche y que incluso el presidente Gabriel Boric mencionó al firmar el Acuerdo de Escazú para el cuidado de defensores ambientales.

Especialistas han descrito cómo la construcción de hidroeléctricas altera el flujo natural del río, la migración de peces, la temperatura del agua y el traslado de sedimentos, erosionando las riberas. En el caso de Rucalhue, denuncian la falta de una evaluación que considerara los impactos acumulados que ya generan las otras cinco hidroeléctricas en el río, que se suman a otras 8 si se considera toda la cuenca.

Otro impacto ambiental del proyecto que ha generado polémica es que se están talando varios ejemplares de árboles nativos en estado vulnerable y que no existen en ningún lugar del mundo más que el centro y sur de Chile.

Se trata del guindo santo y el naranjillo, que eran la razón por la que la empresa no había podido empezar a construir el proyecto a pesar de tener un permiso ambiental aprobado en 2016. En 2024, la mega empresa china asociada al proyecto, CWE, envió una carta a cuatro ministerios de Chile criticando la falta de pronunciamiento por la tala de bosque nativo que tenía paralizada la construcción. Poco después, Conaf autorizó la tala de estas especies, sin que se haya realizado una consulta indígena según establece el convenio 169 de la OIT.

Ahora, el bosque nativo donde se podían encontrar naranjillos antiguos de más de 10 metros, fue talado en todo un sector de la ribera sur del río, y aún falta la tala del bosque en la ribera norte. Abogados que representan a las comunidades mapuche ingresarán un recurso de invalidación ante el Servicio de Evaluación de Impacto Ambiental, buscando dejar sin efecto la autorización de tala entregada por Conaf.