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Senador Karim Bianchi y su precandidatura presidencial:
Créditos: Oficina parlamentaria

Senador Karim Bianchi y su precandidatura presidencial: "Proponemos un camino desde el patrocinio y no desde las cúpulas partidarias"

Por: Natalia Riquelme | 26.03.2025
En conversación con El Desconcierto, el precandidato independiente a La Moneda habla sobre su evaluación "pésima" del actual gobierno, su visión sobre la corrupción instalada en las instituciones y sus propuestas en seguridad y salud.

A tan solo tres meses de las primarias y a siete de la primera vuelta presidencial, el debate sobre las elecciones comienza a tomar forma conforme las tiendas definen sus candidaturas y negocian respecto de las listas parlamentarias que también se someterán a votación en noviembre de este año.

Pero no todos los abanderados están afiliados a partidos políticos, ya que en el último tiempo han proliferado diversos postulantes independientes que aspiran a llegar al sillón presidencial de la mano de las 35 mil firmas que necesitan para oficializar sus propuestas.

Lejos de las cúpulas partidarias

Uno de ellos es el senador Karim Bianchi, que aunque no tiene el respaldo de una organización sí tiene la intención de presentarse a la carrera a La Moneda desde una perspectiva de centro izquierda pero crítica de la administración de Gabriel Boric.

En entrevista con El Desconcierto, el integrante de la Cámara Alta sostiene que defenderá "un camino diferente" a lo que ofrecen los partidos tradicionales y que, de acuerdo a su visión, solo han "administrado" el poder sin un programa claro ni sentido de unidad.

Así, el congresista plantea que el Gobierno ha fracasado en resolver los problemas que aquejan a la ciudadanía, que solo han reaccionado a situaciones puntuales y que hay una corrupción instalada en las instituciones públicas que ha mermado la credibilidad de todo el sistema.

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"A este Gobierno me cuesta diferenciarlo del anterior"

-Usted quiere llegar a La Moneda, ¿cuál es su camino?

Primero queremos estar dentro de los candidatos, que es un desafío no menor dado el alto número de firmas que se requiere. Y de ahí, efectivamente, tenemos una propuesta que siento hace una diferencia respecto de lo que hoy día hay. Creo que es el camino para sacar a Chile de una crisis profunda en la cual está.

Hace rato no tenemos un gobierno, y no solamente hablo de este, sino que tenemos meras administraciones que van de acuerdo a la circunstancia, la contingencia, la prensa, Twitter, la encuesta, pero no hay un programa, no hay un sentido, tampoco una unidad o diálogo.

Veo un total descontrol, están perdidos, desconectados con lo que la ciudadanía quiere, poco reactivos en los tiempos y en la forma. Entonces, considero que hoy no tenemos un gobierno, sino meras administraciones, y eso dificulta las cosas.

Nosotros proponemos un camino diferente, que viene desde el patrocinio, no desde las cúpulas partidarias que siento son el problema. Con la acción ciudadana pretendemos marcar la primera diferencia y luego también cómo pretendemos gobernar: no solo con ideología, sino con un proyecto.

-En una entrevista hace una semana usted decía que se identificaba más con la centro izquierda, pero que aún así no podía adherir a este Gobierno. ¿Cuál es la evaluación que usted tiene de estos tres años de administración?

Mala. Creo que es un gobierno que primero no tiene ninguna identidad. Se propuso como un gobierno de izquierda, terminó siendo un gobierno que tuvo que recordar a la Concertación, que tuvo que adaptarse. Que propuso, por ejemplo, eliminar las AFP, pero sin embargo agrandó el negocio y terminó celebrándolo con un baile.

Siento que no hay ninguna identidad con lo que proponen, ni tampoco con la reacción, porque por último uno puede decir "mire, la situación es totalmente diferente, hay que adaptarse", pero tampoco se adaptan a las circunstancias.

Creo que se ha perdido mucho tiempo en avanzar en muchas materias. Primero en lo ideológico, donde había ciertas trabas, luego en un proceso constitucional que fracasó, durante el cual no se avanzó legislativamente a la espera de esto, y luego empezaron con una agenda que se tuvo que adaptar a esa circunstancia.

La verdad, mi evaluación es pésima de este Gobierno. Me cuesta diferenciarlo del anterior en cuanto a obras, a progreso. Terminó siendo tan malo que la gente piensa que hay que irse a otro extremo.

Terminó dividiendo más, polarizando más, y creo que hoy día lo que se requiere es unidad y dejar de lado la ideología para empezar a trabajar por responder a las necesidades por sobre los pensamientos que tenga cada uno. Más allá de que uno puede tener un pensamiento, hay que trabajar con las mejores personas. No son tiempos de partidos, no son tiempos de gente que adhiera a ideología, sino que responda a la necesidad.

"Hay una corrupción instalada"

-¿Usted estaría por una eventual reforma constitucional?

Creo que no es la primera necesidad hoy día. Se pueden hacer muchas reformas a lo que tenemos, pero creo que lo que requiere el país es responder primero a barrer con una corrupción que uno puede ya decir que más que incipiente está instalada, para que exista mayor credibilidad. Luego, responder a las urgencias en materia de seguridad, salud, educación, vivienda, crecimiento económico.

Después uno puede darse quizás otro gusto, más allá de reformas que hoy día no son lo que el país pide. El país pide respuestas claras a problemas concretos y ahí hay que estar abocado, más allá de lo otro que puede ser más a largo plazo.

-Esta corrupción instalada que usted dice, ¿se refiere al sistema judicial?

Sí, a los casos fundaciones, donde creo que no hay distinción entre izquierda y derecha. Veo cómo un lado critica al otro, pero creo que moralmente están ambos lados inhabilitados porque en ambos lados se ha dado el problema.

Además, hay un problema no solamente de lo que ha ocurrido, sino también de la credibilidad de todas las instituciones. Hoy día todas las instituciones están en un manto de dudas, de descrédito. Por tanto, creo que hay que darle a la ciudadanía seguridad de que las cosas se van a hacer bien, con un programa fuerte que la ciudadanía apoye.

También otra crítica que se le puede hacer al Gobierno es que en todas las materias de modificaciones le habla a la oposición, le habla a la derecha, a los partidos políticos, pero no le habla a la ciudadanía. No se explica con la ciudadanía, que podría ser defensora de los propios proyectos, pero si no hay claridad, es difícil.

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Minar la zona norte y crear un único sistema de salud

-Usted mencionaba entre sus prioridades la seguridad y salud, entre otras. ¿Cuáles son sus perspectivas o propuestas en estos dos ámbitos?

A ver, primero creo que el diagnóstico lo tenemos todos. Pasa por hacer las cosas. Es poco lo que se puede innovar ante problemas tan concretos. La falta de policía tenemos que atacarla con más policía, más recursos, más inteligencia, más cámaras de seguridad. Hay que modernizar, que realmente se haga inteligencia en nuestro sistema de seguridad, porque hoy los delincuentes son más inteligentes de lo que tenemos.

Tenemos un sistema penitenciario, un sistema de Gendarmería totalmente despegado en normativa, en reglamentos, pero con una ley fuerte. Fundamentalmente quiero orientarlo al cumplimiento de las penas, porque hoy día pasa mucho el populismo penal.

Hay un delito de connotación pública y el Parlamento dice "vamos a hacer la ley de la señora X y vamos a aumentar las penas". Pero finalmente la ciudadanía ve que pasan de diez a veinte años, pero el delincuente está cinco años preso. Lo primero que hay que hacer es un cumplimiento efectivo de las penas.

Hay que generar más cárceles, pero con un modelo que permita hacerlo rápidamente, modular, donde los reos tengan un trabajo para romper ese círculo vicioso donde, si no hay recursos, tiende a darse que el padre delincuente tenga un hijo delincuente. Que trabajen, que tengan cotizaciones para no ser una carga después de pagarles la jubilación, o que puedan dar pensión de alimentos a su familia.

Creo que hay que revisar ciertos tratados internacionales, por ejemplo el de Ottawa (Convención sobre la Prohibición de Minas Antipersonal) para la zona norte del país, para ver si se puede minar la zona y frenar la migración y el narcotráfico que es muy fuerte ahí.

El resto con más recursos, más policía, más eficiencia, pero haciéndolo de verdad y despolitizando la situación. Tenemos un Ministerio de Seguridad que tiene cierta expectativa, que tiene que ser lo menos político y lo más técnico posible.

En materia de salud, faltan muchos especialistas. Hay que hacer un programa fuerte desde el centro del país de telemedicina para llegar a lugares donde no llegan especialistas ni médicos. Soy de la idea de un sistema único de salud donde las Isapres sean aseguradoras complementarias para quienes quieren tener mayor lujo en salud, pero un sistema fuerte para todas y todos los chilenos.

Hoy en regiones, el Colegio Médico dice "lo óptimo son cincuenta cupos y nosotros vamos a trabajar haciendo clases si hay cincuenta cupos para estudiantes de medicina". No puede ser un privilegio de ellos decir cuántos médicos van a salir, sino que tiene que abrirse la escuela de medicina, sobre todo en regiones, para tener el máximo de personas que puedan desarrollar esa carrera.

Hay que aprovechar la migración, que siendo un problema para muchas cosas, en este caso puede ser una solución con médicos que estén al nivel, sin tantas trabas para convalidar sus títulos. Y hay que mejorar el sistema administrativo hospitalario, que hoy es muy deficiente y con mucho gasto.

"Aumentar las firmas como requisito es un descaro"

-En caso de juntar las firmas que se requieren, ¿usted va a pasar por la primaria o va a dirigirse directamente a la primera vuelta?

Primero, no me auspicia ninguna coalición. Segundo, he escuchado muchas críticas de parte de los partidos políticos que quieren aumentar los requisitos de firmas, y creo que eso es un descaro porque, por ejemplo, el Partido Socialista hace poco celebraba el éxito de sus elecciones internas con 15.000 votantes.

A mí me están pidiendo cerca de 36 mil firmas, más del doble de un partido grande. La candidata del oficialismo, (Carolina) Tohá, viene del PPD que ni siquiera alcanzó 8 mil votantes en su elección interna.

Que vengan esos parlamentarios a decir que son pocas las firmas que nos piden es un descaro, cuando además hay muchas trabas en la propia página para acceder: hay que tener clave única, se manda un código, no es amigable, hay gente que se inscribió por error queriendo patrocinar. Hay que mejorar eso, quizás con el Servel, para que no sea un juego.

Volviendo a la pregunta sobre la primaria, no siento que me invitarían y además no estaría legitimado por algo que me importa más que sean un par de militantes de partido quienes digan que soy candidato, sino que sean 36 mil personas a lo menos que crean que puedo serlo.

-Le voy a preguntar sobre temas valóricos. ¿Usted está a favor de la pena de muerte?

No estoy en contra, pero creo que hoy proponerlo es populista. Estoy abierto a que se pueda conversar, pero siento que no va a solucionar el problema. Creo que tenemos que tener mayor cumplimiento de penas, pero no soy alguien contrario a la pena de muerte.

-¿Y sobre aborto y eutanasia?

Estoy a favor de ambas.

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Paro en Magallanes: el Gobierno no llevó respuestas

Sobre el paro de profesores en Magallanes, que mantiene a cerca de 12 mil estudiantes todavía sin clases a raíz del reajuste salarial que esperaban previo al traspaso de los colegios desde las municipalidades al Servicio Local de Educación Pública (SLEP), el senador comentó que la situación es crítica.

"Se requieren respuestas urgentes de parte del Ejecutivo. Hemos tenido muchas reuniones donde las profesoras y profesores han sido claros en su petición. Durante mucho tiempo se ha trabajado y no ha existido una respuesta", agregó Bianchi.

Asimismo, detalló que "el Gobierno mandó como emisaria a la subsecretaria de Educación, que no llevó ninguna respuesta. Pero lo peor es que el Presidente de la República, la máxima autoridad, no fue capaz de poder reunirse con el gremio y es más, se exime de toda responsabilidad culpando al director del SLEP cuando es el Gobierno el que hoy día está llamado a entregar una respuesta".

"Es por eso, en el afán de que puedan volver al aula las niñas y niños y los profesores a trabajar, es que se presentó un proyecto a los gremios de los profesores para que sea votado. Este fue acogido y fue presentado en el Senado, como también en la Cámara de Diputados", complementó.

En ese sentido, el parlamentario espera "tener un pago de zona especial, como se hace en otras funciones en nuestra región de Magallanes, por los costos de vida y ojalá no sigan dividiendo, no sigan culpando a los asistentes de la educación, no sigan culpando a los profesores, sino que podamos unidos sacar adelante nuestra educación y este proyecto viene a dar esa solución".