
Mickey 17, la nueva película de Bong Joon-ho que lleva la tragedia del capitalismo al espacio
Algunas películas parecen hechas para su época, y Mickey 17, la nueva cinta de Bong Joon-ho, es un claro ejemplo. El director surcoreano alcanzó fama mundial tras ganar el Oscar con Parásitos (2019), su sátira sobre la lucha de clases, y ahora regresa con una historia que mezcla ciencia ficción y crítica social.
No es novedad que el cine de Bong Joon-ho incorpore en su argumento una crítica directa al actuar de los poderosos. Esta postura se reafirmó en su anterior película, Okja (2017), donde aborda el blanqueamiento de las industrias a través de la publicidad, el abuso de poder empresarial y la indiferencia ante el sufrimiento de los animales.
Sin embargo, en esta película, el surcoreano decide poner como telón de fondo la colonización de un planeta, llevada adelante por un político megalomaníaco que, en palabras del propio director, es “una amalgama de todos los malos líderes que hemos tenido a lo largo de la historia”.
El protagonista de esta historia es Mickey Barnes (Robert Pattinson), un joven con una deuda impagable que ya no ve cómo salir adelante en la Tierra. Su situación angustiante lo lleva a pensar que la solución puede estar en una galaxia muy, muy lejana.
Sin embargo, su ticket al espacio no es gratis, y el precio que debe pagar Mickey es su propia vida. Firma un contrato en el que acepta volverse un “prescindible”, básicamente un humano designado para realizar misiones peligrosas en las que el riesgo de morir es constante.
No obstante, aquí aparece el elemento de ciencia ficción más interesante de la película: una tecnología capaz de almacenar su conciencia y recuerdos para transferirlos a un nuevo cuerpo, reimprimiéndolo cada vez que muere.
Así, Mickey fallece y renace una y otra vez: primero como Mickey 2, luego Mickey 3… hasta llegar a Mickey 17. Un ciclo interminable de explotación laboral, muy propio del discurso capitalista actual, que nos exige todo nuestro esfuerzo sin la garantía de poder comprar una vivienda o asegurarnos una vejez tranquila.
Es la representación de un sujeto que no puede descansar en ningún momento, ni siquiera en la muerte.
Aunque la producción de la película terminó en 2022, su estreno en la actualidad resuena con fuerza. En un mundo marcado por el ascenso de líderes ególatras y dictatoriales, la historia de Mickey 17 funciona como una metáfora de los tiempos actuales, donde la deshumanización del trabajo convierte a todos en “prescindibles” y se explota hasta el último segundo de nuestra existencia.
Podríamos ahondar en la excelente factura técnica de la película, la notable actuación estilo “dos caras” de Robert Pattinson y los sublimes momentos musicales creados por Jung Jae-il. Sin embargo, lo que siempre trasluce en el cine de Bong Joon-ho es su voluntad de dejar un mensaje claro a los espectadores: un hastío ante lo que él califica como “la tragedia capitalista de nuestros tiempos”.
Este es, sin duda, uno de los puntos fuertes de Bong Joon-ho: su capacidad para construir narrativas entretenidas, con un humor hilarante, para instalar una crítica panfletaria al sistema capitalista y sus injusticias, todo ello a través de los presupuestos millonarios de productoras como Warner Bros.
Su mayor debilidad, en cambio, es poner demasiados elementos sobre la mesa -como el transhumanismo, el exterminio de otras razas y la pobreza ética del capitalismo- sin darles el desarrollo necesario para explorarlos a fondo.
Sin embargo, Bong Joon-ho reafirma el poder de la ciencia ficción en su faceta más enriquecedora: no como un simple espectáculo de efectos especiales, sino como un espejo de las desigualdades de nuestro tiempo.