Un grupo de trabajadoras de Jumbo denunció que la empresa no les pagó el bono de productividad de caja, un beneficio que habían acordado en su contrato.

Según se puede apreciar en el fallo judicial, pese a cumplir con su jornada laboral, no recibieron el dinero correspondiente, lo que las llevó a presentar el caso ante la Inspección del Trabajo.

Tras investigar la denuncia, la Inspección determinó que la empresa había incumplido su obligación y le aplicó una multa de 60 UTM ($4.082.040).

Sin embargo, Jumbo intentó revertir la sanción alegando que las trabajadoras no habían cumplido ciertos requisitos del bono, como mantener una conexión al sistema de caja de al menos un 80% en los horarios de mayor venta y no superar cierto número de días con licencias médicas.

El caso llegó a la Corte de Apelaciones de Santiago, donde la empresa pidió anular la multa. Pero el tribunal revisó los antecedentes y concluyó que la Inspección del Trabajo actuó correctamente, ya que había pruebas suficientes de que las trabajadoras tenían derecho al bono y no se les pagó.

Por eso, la Corte rechazó el reclamo de Jumbo y confirmó la multa.

Con esta decisión, el tribunal dejó claro que las empresas deben respetar los bonos acordados con sus trabajadores y que no pueden negarlos sin justificación válida.

Además, reforzó el rol de la Inspección del Trabajo para fiscalizar y sancionar a quienes no cumplan con sus obligaciones laborales.