
Electromovilidad: Nuevas baterías están haciendo que vehículos eléctricos sean más baratos y seguros
Los expertos afirman que un nuevo tipo de batería podría hacer que los vehículos eléctricos estadounidenses sean más baratos y seguros, pero primero tendrá que superar las barreras comerciales entre Estados Unidos y China.
Por ejemplo, un vehículo eléctrico con una batería de fosfato de hierro y litio (LFP), podría tener un menor precio, menos riesgo de incendio y más años de uso, pero no podría llegar tan lejos con una sola carga como podría hacerlo con las baterías de níquel, manganeso y cobalto (NMC) que se encuentran comúnmente en los automóviles eléctricos estadounidenses y europeos.
Esa compensación ha convertido a las baterías LFP en la opción preferida para los vehículos eléctricos de autonomía estándar en China, lo que ha ayudado a que los autos eléctricos sean más accesibles y a disminuir la contaminación.
Ahora, las empresas estadounidenses están empezando a construir sus propias baterías LFP para alcanzar a sus rivales chinos.
"Definitivamente, sospecho que habrá algunas sustancias químicas LFP locales en los próximos dos años, y comenzaremos a verlas crecer con bastante rapidez en los próximos cinco a diez años", sostuvo Scott Moura, profesor de ingeniería ambiental en la Universidad de California en Berkeley.
Posible estancamiento
Sin embargo, existen muchas barreras para las empresas estadounidenses que quieran adoptar una tecnología dominada por empresas chinas.
Los aranceles y las restricciones de créditos fiscales han encarecido demasiado a la mayoría de los fabricantes de automóviles estadounidenses por importar baterías LFP desde el país asiático, y las preocupaciones de seguridad nacional han dificultado que las empresas se asocien con fabricantes de baterías chinos para construir fábricas en Estados Unidos.
Esos desafíos pueden volverse más difíciles bajo el mandato del actual presidente Donald Trump, quien ha amenazado con aumentar los aranceles y las barreras comerciales con China.
"Si hay aranceles, restricciones, cualquiera que sea el caso, eso hace que el cambio hacia la LFP probablemente sea mucho más difícil", dijo Alex Holland, director de investigación de la firma de inteligencia de mercado IDTechEx.
Diversas características
Aunque los científicos estadounidenses inventaron las baterías LFP en 1997, los fabricantes de automóviles no invirtieron en la tecnología. En cambio, apuestan por las baterías NMC porque tienen mayor autonomía, una importante preocupación para los consumidores de vehículos eléctricos.
Eso dejó la puerta abierta para que las empresas chinas perfeccionaran las baterías LFP, que tienen algunas ventajas. En lugar de los costosos níquel y cobalto, utilizan hierro, lo que las hace un 20% más económicas que las baterías NMC, según la Agencia Internacional de Energía.
Mientras que las baterías NMC se pueden recargar hasta unas 1.000 veces antes de agotarse, las baterías LFP pueden durar dos o tres veces más, según Moura.
Por otra parte, la química de las baterías LFP las hace menos propensas a incendiarse y más fáciles de extinguir. Mientras que, una batería NMC es tan inflamable que “podrías ponerla bajo el agua o en el espacio y seguirá ardiendo, porque el oxígeno que necesita para mantener la llama está incrustado en su interior”, sentenció Moura.