Despavimentar y recuperar espacios: una tendencia en auge alrededor del mundo
Los registros de temperaturas durante el verano se ven incrementadas por el asfalto que está presente en las ciudades. A este fenómeno se le conoce como isla de calor, el cual se da en zonas urbanas en contraste de lo que ocurre en sectores rurales.
En respuesta a esta situación, la tendencia de despavimentar ha ido en crecimiento en varias ciudades alrededor del mundo.
Movimiento Depave
Desde 2008 la organización estadounidense Depave busca superar las injusticias sociales y ambientales y adaptarse al cambio climático a través del reverdecimiento urbano, transformando lugares pavimentados y creando espacios verdes.
Imaginan ciudades sostenibles, construidas sobre una base de justicia, equidad, diversidad e inclusión: un lugar donde las personas y la vida silvestre coexistan y prosperan en medio de aire y agua limpia, bosques urbanos, agricultura local próspera y comunidades saludables.
El movimiento ya ha completado 75 proyectos en Portland y se ha expandido a otras ciudades norteamericanas y otras como Londres, París o Ámsterdam.
Katherine Rose, directora de comunicaciones de Depave, comentó a la BBC: “es como liberar la tierra”. El objetivo de la iniciativa consiste en reemplazar la mayor cantidad posible de cemento, hormigón y otros materiales por la misma tierra del lugar o por zonas verdes.
Beneficios de la despavimentación
Los miembros de la organización promueven la absorción del agua de lluvia y el crecimiento de plantas silvestres en el área urbana, hecho que refresca el ambiente y produce sombra, aminorando la percepción de calor y protegiendo a las personas de los peligros que presenta la radiación solar.
Desde Depave explican: “en muchas ciudades, más de la mitad del terreno urbano está pavimentado para calzadas y aparcamientos. Si bien es posible que necesitemos aceras y calzadas, podemos minimizar el pavimento que utilizamos y, de ese modo, restaurar el entorno natural”.
Expansión internacional
En la ciudad belga de Lovaina se han sacado 6.800 metros cuadrados de hormigón, esto logró que 1,7 millones de litros de agua hayan sido absorbidos por la tierra. Ahora se plantean despavimentar a gran escala, destinando varios millones de euros para financiar proyectos de renaturalización.
En Francia, esta tendencia también avanza. El gobierno de Emmanuel Macron ha destinado 540 millones de euros a iniciativas de ecología urbana, incluyendo la eliminación de pavimento y la creación de techos verdes y jardines verticales.
Además, Depave ha implementado un programa en colaboración con la NASA. A través de imágenes satelitales y un sensor térmico infrarrojo, comprobaron la reducción de la temperatura en las áreas despavimentadas.
El análisis ha permitido crear un mapa de calor urbano que evidencia cómo las zonas donde se ha retirado el pavimento experimentan un descenso térmico significativo.