Estudio devela que cocinas a gas contaminan casas y apartamentos aun cuando están apagadas
Investigadores de Chile, Brasil y Colombia evaluaron simultáneamente la calidad del aire dentro de una muestra de casas en cada país, y detectaron que las cocinas a gas, incluso cuando están apagadas, emiten contaminantes que pueden dañar la salud de las personas.
Uno de los contaminantes detectados en hogares de los tres países, en algunos casos por encima de los límites máximos recomendados por la Organización Mundial de la Salud (OMS), es el óxido de nitrógeno.
¿Qué es el óxido de nitrógeno?
El óxido de nitrógeno es un irritante que afecta la mucosa de los ojos, la nariz, la garganta y las vías respiratorias. La exposición continua a bajos niveles de este contaminante puede empeorar el asma u otras enfermedades respiratorias, y aumentar el riesgo de infecciones respiratorias, sobre todo en niños pequeños.
Los especialistas hallaron que los hogares con ventilación limitada y donde se cocina de forma prolongada son los más afectados por esta contaminación intradomiciliaria. La investigación fue liderada por la Universidad Mayor en Chile, la de Sao Paulo en Brasil y la de los Andes en Colombia, como parte de la iniciativa Global Methane Hub (GMH), que se dedica a reducir las emisiones de gas metano en el mundo.
Marcelo Mena, ex ministro de Medio Ambiente de Chile y director del GMH, declaró que los riesgos de la contaminación intradomiciliaria detectada en el estudio son comparables a los de convivir con un fumador en la casa.
Gas y calentamiento global
Pero las cocinas y estufas a gas no solo pueden afectar la salud de las personas dentro del hogar sino también acelerar el calentamiento global a partir de las emisiones de dióxido de carbono y de metano.
El metano ha sido catalogado por la ciencia internacional como aún más dañino que el CO2, ya que aunque dura menos tiempo en la atmósfera tiene un poder de calentamiento 80 veces superior.
Los principales emisores de metano en el mundo son la agricultura, la quema de combustibles fósiles y la basura orgánica que no se transforma en compost sino que se acumula en vertederos.
El estudio de GMH apunta a las cocinas y estufas a gas como contribuyentes (aunque no mayoritarias) a las emisiones totales del sector domiciliario. A raíz de ello hacen un llamado que hace la organización para electrificar tanto la calefacción como las cocinas, y así reducir el uso de combustibles fósiles en actividades domésticas y disminuir la contaminación, mientras aumenta el porcentaje de energías limpias en el sistema eléctrico.