La reciente difusión de un video que muestra a la exalcaldesa de Maipú, Cathy Barriga, participando en una clase de zumba dentro del Centro Penitenciario Femenino de San Miguel, ha revelado la ausencia de inhibidores de señal en dicho recinto.

Este hecho ha generado preocupación respecto a la seguridad y control de dispositivos móviles en las cárceles chilenas.

Gendarmería de Chile confirmó la autenticidad del video y señaló que la actividad de zumba forma parte de los talleres habituales que se realizan en el penal.

Sin embargo, enfatizó que la posesión y uso de teléfonos móviles al interior de las cárceles está prohibida y constituye un delito.

Tras la divulgación del video, se llevó a cabo un operativo que resultó en la incautación del dispositivo utilizado para la grabación, el cual fue entregado al Ministerio Público para su investigación.

El ministro de Justicia, Jaime Gajardo, abordó la situación, explicando que solo el 20% de la población penitenciaria cuenta con inhibidores de señal debido al alto costo de estos dispositivos, que oscila entre $1.000 millones y $3.000 millones por establecimiento.

Gajardo indicó que el Centro Penitenciario Femenino de San Miguel no dispone de esta tecnología, ya que no se considera un recinto crítico en términos de seguridad.

Además, señaló que no es viable instalar inhibidores en los 82 establecimientos penales del país por razones presupuestarias, por lo que se prioriza su implementación en recintos como Santiago 1, la ExPenitenciaría y la Cárcel de Alta Seguridad.