A la comuna de Puchuncaví en el litoral central le espera una gran transformación en los próximos 45 años, luego de que se aprobara el mega proyecto inmobiliario Maratué de US$ 2 mil millones para construir 14 mil casas de forma gradual en el sector de Quirilluca. El proyecto está ligado al cuñado de Andrónico Luksic, Oscar Lería.

Maratué o había sido aprobado en 2019, tras lo cual organizaciones ambientales y de vecinos acudieron a la justicia ambiental y lograron retrotraer el permiso y ordenar que el proyecto se volviera a evaluar. Una de las medidas compensatorias que se agregaron es la destinación de 125 hectáreas a conservación de la naturaleza dentro de la superficie del proyecto.

Sin embargo, la iniciativa sigue acumulando críticas por parte de comunidades locales, ya que significaría al menos duplicar o triplicar la población de la comuna, hoy estimada en 18 mil habitantes, y donde solo tres localidades son urbanas y el resto son rurales.

Además, se trata de una comuna fuertemente afectada por la contaminación ambiental en la bahía de Quintero donde se encuentra el complejo industrial Ventanas, y donde se han registrado cientos de casos de intoxicación por contaminantes en la población.

Ante la saturación de contaminantes, organizaciones ambientales de la zona critican que los esfuerzos deberían estar puestos en conservar la poca naturaleza nativa que queda en la comuna y que puede servir como mitigación de la degradación ambiental y los problemas de salud asociados a ella que aquejan a habitantes de Puchuncaví.

Quirilluca

El proyecto inmobiliario se emplazará en una zona de bosque nativo frente a acantilados sobre la playa Quirilluca, donde habitan especies vulnerables o en peligro de extinción, como el belloto del norte, el naranjillo o el chungungo.

En paralelo, existe hace varios años una organización comunitaria y ambiental que ha buscado que esta zona sea declarada el primer Santuario de la Naturaleza para la comuna de Puchuncaví. Ya en 2007 el sitio fue declarado prioritario para la conservación, y en 2014 se estableció la voluntad de preservar el lugar en el Programa de Recuperación Ambiental y Social de la comuna.

En 2015 las universidades Católica de Valparaíso y de Playa Ancha entregaron antecedentes técnicos recomendando declarar el lugar como Santuario, y en 2019 una consultora elaboró un expediente con antecedentes para declararlo abarcando 612 hectáreas protegidas, pero ninguna de las propuestas prosperó.

Maratué

Según la inmobiliaria titular, el proyecto Maratué responde al déficit habitacional en la comuna y a la proyección de crecimiento que se estima para la zona, donde 70% de las viviendas proyectadas se estiman que servirán como primera vivienda, y 2 mil viviendas del proyecto serán vendidas con subsidio.

El proyecto implica la tala de 131 hectáreas de bosque nativo esclerófilo, que es una de las formaciones vegetales más amenazadas del país y que representan una barrera para el avance de la desertificación hacia la zona central del país.

El proyecto fue aprobado con el voto a favor de 9 servicios públicos, y el voto en contra de las Seremis de Obras Públicas, Salud y Desarrollo Social. Desde Obras Públicas se declaró la preocupación sobre la falta de anuncios de la empresa santiaria Esval para construir obras que garanticen el acceso a agua potable para el proyecto.

“El rechazo del MOP, Salud y Desarrollo Social evidencia serias falencias del proyecto en cuanto a la gestión del recurso hídrico, los riesgos sanitarios y el impacto negativo para las comunidades locales. Lamentamos que estas advertencias no hayan sido suficientes para impedir la aprobación de Maratué pero confiamos en que las acciones legales que iniciaremos pondrán freno a este proyecto dañino”, declararon desde la organización Salvemos Quirilluca.