Chile está apostando en convertirse en un polo de producción de hidrógeno verde, ante la mayor demanda del mundo por combustibles limpios. Sin embargo, la logística necesaria para producir hidrógeno con energías renovables hace difícil la viabilidad de la industria, según un estudio de Harvard.

Los científicos encontraron que las proyecciones mundiales sobre el valor del hidrógeno por lo general contemplan los costos de producción, pero no calculan en su totalidad los costos necesarios para almacenar y trasladar el hidrógeno a diferentes sectores.

“Nuestros resultados desafían una creciente idea de que el hidrógeno verde será la “navaja suiza” de la descarbonización, y sugiere que las oportunidades para el hidrógeno pueden ser más estrechas de lo que se pensó previamente”, comenta ante el Harvard Gazette la científica del centro ambiental de Harvard, Roxana Shafiee.

Con las conclusiones del estudio en mano, los científicos recomiendan continuar invirtiendo en almacenamiento y distribución de hidrógeno verde pero también diversificar las estrategias de inversión, ayudando a avanzar otras alternativas no tan explotadas como los biocombustibles, así como continuar con la electrificación.

En Chile hay ocho iniciativas de producción de hidrógeno verde en operación y tres en construcción, en escala piloto, pero hay cerca de 60 proyectos en evaluación o prefactibilidad, concentrados sobre todo en las regiones de Antofagasta y Magallanes, donde se proyectan dos polos de desarrollo con apoyo del Gobierno para facilitar y viabilizar esta industria.

Demanda asegurada

Según reportes de un centro de investigación de la agencia Bloomberg, también existe un problema de falta de demanda asegurada para los proyectos. Según sus cifras, solo 12% de la capacidad de producción planificada de hidrógeno verde para el fin de esta década tiene un comprador identificado.

Esta moderación del optimismo con el que se ve la industria del hidrógeno verde también ha sido mencionada entre las empresas en Chile. Es el caso del empresario Jorge Eerrázuriz Grez, ex socio de Celfin Capital y de BTG Pactual Chile, que manifestó sus dudas sobre un mega proyecto de US$ 11 mil millones para producir hidrógeno verde en Magallanes.

“No me calza que hablen US$ 11 mil millones sin demostrar el compromiso de que tienen las espaldas financieras y existe mercado. Aquí hay una alta probabilidad de que sea un volador de luces para obtener los permisos y después venderlos”, comentó ante La Segunda.

“¿Acaso grandes empresas japonesas o alemanas están comprando amoníaco verde? ¿Existe esa posibilidad o ese mercado? ¿No estaremos poniendo la carreta delante de los bueyes?” preguntó además el empresario.

Otra voz es la de James Calaway, fundador de una empresa que está tramitando un proyecto de hidrógeno verde en Mejillones, y que manifestó su preocupación por los “altos costos sistémicos” que requiere la industria, y la necesidad de reducirlos para que no se transformen en una barrera.