A un año del inicio del conflicto entre Israel y Palestina, según el Ministerio de Salud de Gaza, más de 41.870 palestinos han muerto en doce meses, de los cuales el 69% son mujeres y niños. Un informe de Oxfam señala que Israel ha causado más muertes de niños y mujeres en la zona que cualquier otro conflicto en dos décadas. Además, se estima que hay 10.000 cuerpos bajo escombros y más de 96.350 heridos.

"Es la primera vez en la historia que vemos un genocidio en vivo y en directo, es la mayor tragedia generada por el hombre en lo que va del siglo. Nadie se imaginó que esto iba a durar un año", aseguró Stephanie Elías, directora del Centro de Información Palestina, en entrevista con El Desconcierto.

La vida de los gazatíes ha cambiado drásticamente desde que las tropas de Benjamín Netanyahu lanzaran hace un año su ofensiva más dura contra la Franja de Gaza. El resultado es un enclave arrasado y sumido en una crisis humanitaria sin precedentes que condena el futuro de los palestinos.

Momentos clave del último año, según Al Jazeera:

El conflicto estalló el 7 de octubre de 2023, cuando combatientes de Hamás y otros grupos de resistencia palestina atravesaron la barrera alrededor de Gaza, matando a 1,139 personas y capturando a unas 250 en Israel. La respuesta de Israel fue inmediata y contundente, con ataques aéreos que mataron a cientos de gazatíes en las primeras horas.

Al día siguiente, Hezbolá se unió a la lucha, lanzando cohetes en apoyo a Gaza y atacando inicialmente las Granjas de Shebaa. El 17 de octubre, una explosión en el hospital Al-Ahli de Gaza mató a casi 500 personas, un incidente cuya causa sigue siendo disputada entre el Ministerio de Salud de Gaza e Israel.

El conflicto tomó un giro regional el 19 de noviembre, cuando los hutíes de Yemen lanzaron su primer ataque en el Mar Rojo, secuestrando un barco de carga e iniciando una campaña de ataques contra la navegación. Esta escalada llevó a que Estados Unidos y Reino Unido bombardearan Yemen el 12 de enero de 2024, en respuesta a los ataques hutíes.

Entre el 24 de noviembre y el 1 de diciembre de 2023, se produjo un breve alto el fuego de cuatro días mediado por Qatar, que permitió intercambios de prisioneros y la entrega de ayuda humanitaria. Sin embargo, la tregua fue efímera.

El 6 de mayo de 2024, Israel invadió Rafah, desafiando a la opinión internacional y cerrando el paso fronterizo con Egipto, vital para la entrada de ayuda y la salida de refugiados. La violencia continuó con la masacre de al-Mawasi el 13 de julio, donde Israel mató al menos a 90 palestinos e hirió a cientos más.

Finalmente, el 17 de septiembre de 2024, el conflicto se amplió oficialmente con importantes ataques israelíes en Líbano, incluyendo el sur, el Valle de Bekaa y el suburbio sur de Beirut, Dahiyeh. Una escalada que culminó con el asesinato del secretario general de Hezbolá, Hassan Nasrallah, en un ataque en Dahiyeh el 27 de septiembre.

Gaza bombardeada: 80 mil viviendas inhabilitadas

La escala de destrucción en Gaza es abrumadora. Aproximadamente 85.000 toneladas de explosivos han sido arrojadas sobre el territorio por tierra, mar y aire, dejando un rastro de devastación: al menos 80.000 viviendas inhabitables, 125 escuelas y universidades completamente destruidas, y más de 600 mezquitas derrumbadas.

Naciones Unidas estima que el volumen de escombros acumulados en Gaza es 14 veces superior a la suma de los generados en todos los conflictos desde 2008, alcanzando casi los 42 millones de metros cúbicos. La reconstrucción de la Franja requeriría entre 30.000 y 40.000 millones de dólares, un esfuerzo sin precedentes desde la Segunda Guerra Mundial.

Israel justifica sus ataques alegando la presencia de milicianos de Hamás y de la Yihad Islámica en infraestructuras civiles, incluidas escuelas y hospitales. El Ejército israelí afirma haber eliminado a más de 17.000 milicianos de Hamás en Gaza desde el inicio de su ofensiva.

Desplazamiento masivo de la población

Las incursiones del Ejército israelí en los puntos más poblados de la Franja, como la ciudad de Gaza, Jan Yunis y Rafah, han provocado el desplazamiento forzoso de casi el 90% de la población. Muchos palestinos se han visto obligados a desplazarse en múltiples ocasiones debido a las órdenes de evacuación emitidas por el Ejército.

La situación se ha vuelto aún más crítica con los ataques a 184 refugios y la inhabilitación de 100.000 tiendas de campaña destinadas a los desplazados, según denuncias del ministerio gazatí.

Crisis sanitaria: mitad de los hospitales funcionan

La crisis humanitaria ha desencadenado una grave emergencia sanitaria. Se han registrado más de un millón de casos de diversas enfermedades infecciosas en los centros sanitarios del enclave. Médicos Sin Fronteras (MSF) señala que muchos de estos casos fueron diagnosticados como hepatitis A, atribuida al hacinamiento y los bajos niveles de higiene en los refugios.

La situación se ha vuelto especialmente crítica para los enfermos crónicos, particularmente para los que padecen patologías graves como cáncer. Se estima que al menos 10.000 pacientes con cáncer necesitan tratamiento urgente.

La infraestructura sanitaria de Gaza está al borde del colapso. De los 36 hospitales existentes, solo 17 siguen funcionando parcialmente, según la Oficina de la ONU para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA). Además, las autoridades gazatíes advierten sobre una importante escasez de unidades de sangre, agravada por la falta de donantes y equipos de laboratorio.

Guerra en gaza mortal para los periodistas

El conflicto en Gaza se ha convertido en el más peligroso para los periodistas en la historia reciente. Según datos del Gobierno gazatí, un total de 174 informadores, incluyendo periodistas y creadores de contenido, han sido asesinados durante este conflicto. Esta alarmante cifra ha llevado al Comité para la Protección de Periodistas a calificar a Gaza como el conflicto "más peligroso" para los informadores.

Es así como las consecuencias de esta guerra se extenderán mucho más allá del cese de las hostilidades. La destrucción masiva de infraestructuras, el desplazamiento de la población y la crisis sanitaria tendrán efectos duraderos en la sociedad gazatí.