El 18 de abril de 2019, una mujer asistió al Hospital Dr. Carlos Cisternas de Calama para recibir curaciones en su pierna, que había sido amputada días antes.

Según se puede apreciar en el fallo judicial, esta mujer, acompañada de sus hijas, fue trasladada en camilla por un paramédico del hospital que, apurado por la necesidad de atender a otro paciente, realizó el traslado de manera descuidada.

Al girar una esquina, la camilla volcó, provocando que la mujer cayera y golpeara su cabeza contra el suelo.

Tras el accidente, la mujer fue llevada de regreso a urgencias, donde un médico le realizó un examen superficial y le aseguró a la familia que su condición era normal, recetando incluso "pastillas mágicas" para el dolor de cabeza.

Pese a las advertencias de sus hijas sobre su estado, la madre fue dada de alta sin recibir mayor atención.

Ya en casa, su condición empeoró drásticamente: sufrió convulsiones y fue llevada de vuelta al hospital, donde se determinó la necesidad de trasladarla a Antofagasta para ser evaluada por un especialista.

Sin embargo, el traslado se retrasó más de dos horas, tiempo crucial en el deterioro de la paciente, quien fue finalmente diagnosticada con una hemorragia cerebral grave. La mujer falleció el 22 de abril de 2019.

Tras la tragedia, sus hijos demandaron al hospital por negligencia. La Corte de Apelaciones de Antofagasta confirmó recientemente que el Hospital Dr. Carlos Cisternas deberá pagar una indemnización de $110.000.000 a los hijos de la paciente por el daño moral causado.

Aunque el hospital intentó argumentar que siguió los protocolos médicos, la Corte determinó que las fallas en el manejo del traslado y en la atención posterior al accidente fueron decisivas en el desenlace fatal.

Si bien el hospital fue condenado a pagar esta indemnización, la Corte decidió liberarlo del pago de las costas judiciales, argumentando que, como institución pública de salud, tiene derecho a ciertos beneficios legales que lo eximen de esa obligación.