Narcocultura, flexing y educación: Luces para disminuir acceso de jóvenes al narcotráfico
Las características sociopolíticas de Chile propician el asentamiento del narcotráfico. La ley de levantamiento del secreto bancario que todavía duerme en el Congreso, la desigualdad económica y la inequidad en la educación, asientan las condiciones para que el narcotráfico se mantenga impune en nuestra sociedad.
Asimismo, la masificación de la narcocultura incide en que los jóvenes accedan inmediatamente a bienes que ostentan públicamente mediante las redes sociales: la flexing culture (cultura de la ostentación).
Como la juventud es la etapa más vulnerable para ingresar al narcotráfico, recurrir a la educación nos dará luces para enfrentar el problema ya que, si bien la escuela es un ambiente donde se reproduce la narcocultura (debido a que allí se ostenta la riqueza entre pares y se presumen prácticas delictivas), ésta también es un lugar seguro que protege a los adolescentes de las calles, donde se exponen constantemente a ser violentados.
Que las comunidades educativas reproduzcan la narcocultura se debe a que las políticas públicas, por medio de las unidades de convivencia escolar, están centradas en la prevención del consumo -como los programas de Senda- y, a lo mucho, elaboran protocolos de seguridad ante narcofunerales. Reproducción que se perpetúa, además, mediante la necesidad de satisfacer todo instantáneamente, en desmedro del esfuerzo por conseguir deseos y objetivos.
Según el Centro de Estudios y Análisis del Delito (CEAD), entre los años 2020 y el primer trimestre de 2024, de un total de 87.873 de ilícitos asociados a drogas, un 4,34% son cometidos por adolescentes entre los 14 y 17 años y un 50,051% entre los 18 y 29 años.
Por esto, aunque los adolescentes que en su etapa escolar cometen delitos asociados a drogas no representan un porcentaje decisivo, apenas salen del sistema escolar comienzan a asociarse a bandas narcotraficantes, motivo por el cual la educación es tan significativa en determinar expectativas y proyectos de vida de los jóvenes que fueron parte de la narcocultura en su etapa escolar.
Con el fin de profundizar en este fenómeno, el 3 de diciembre de 2021, el subprefecto Francisco Ceballo publicó para el medio La Tercera el primer perfil psicológico del narcoadolescente chileno. Allí indica que el ingreso de los adolescentes al narcotráfico se relaciona con la idea de superación personal e identificación con el grupo, otorgándoles un estatus derivado del acceso a bienes que ostentan entre sus pares.
Conocida es la columna que escribió Alberto Mayol en el medio Biobío: “Peso Pluma en Viña: a veces hay que escuchar la voz del narco”, cuestionando la participación del cantante Peso Pluma en el Festival de Viña, debido a que, por medio de sus canciones, hace apología al narcotráfico.
¿Cuánta injerencia posee la apología al narcotráfico, a través de la música y el sobreconsumo exagerado, en incitar a que los jóvenes adhieran a estas redes?.¿Es correcto censurar y condenar a quienes hagan apología al narcotráfico? ¿Podríamos argumentar que limitar las expresiones artísticas atenta contra la naturaleza humana? ¿Deberíamos entonces censurar Pulp Fiction? Al respecto, es preciso que exista una regulación que utilice criterios específicos para condenar aquellas expresiones donde se incite a cometer delitos.
En cuanto a la flexing culture (cultura de la ostentación), para el caso del narcotráfico, ésta se comporta de forma ambivalente pues se ostentan bienes y, además, se presume de pertenecer a estas redes. Es decir, se hace flexing de los bienes adquiridos y también del estatus que da pertenecer al narcotráfico, como si presumir esta condición diera acceso a una clase social superior.
¿Qué hacer en lo inmediato?
La narcocultura debe abordarse en todas sus dimensiones. Así como las zonas más afectadas necesitan fortalecer sus redes vecinales y recuperar los espacios públicos, también se requiere tomar medidas que provengan desde el Ministerio del Interior para fortalecer la persecución y castigo hacia quienes cometen estos ilícitos.
Tipificar la apología al narcotráfico como delito es una oportunidad para sancionar a aquellas organizaciones que mediante el flexing promueven el acceso al narcotráfico. En México ya rige una ley condenando a quien incentive públicamente a cometer un delito, referencia que nos sirve como antecedente para que legislemos sobre este problema.
En materia educativa, ni la prevención del consumo ni los protocolos en los casos de narcofunerales son suficientes. Siendo un espacio seguro para los estudiantes, se deben crear políticas que enfrenten directamente la narcocultura.
Trabajar en el fortalecimiento de la autoestima, la valoración del esfuerzo personal, la creación de expectativas y la resignificación de la felicidad, son una oportunidad para quitar espacio a la narcocultura y dar cabida a otras formas de vida de las que enorgullecerse.