Una madre en Valparaíso ha estado luchando por la salud y el bienestar de su hija, una bebé de casi ocho meses diagnosticada con trisomía 18, también conocida como síndrome de Edwards.

Según se puede apreciar en el fallo judicial, esta es una condición genética que limita severamente la expectativa de vida de quienes la padecen, pero esta niña ha desafiado las probabilidades y sigue luchando por su vida.

Desde que nació, el 5 de agosto pasado, la madre de ha enfrentado numerosas dificultades con el sistema de salud.

En el fallo judicial dice que los médicos inicialmente le dijeron que su hija no sobreviviría más de 10 días y que no harían nada para prolongar su vida.

A pesar de estas duras palabras, la niña ha superado los pronósticos y ha continuado creciendo, aunque con la necesidad de cuidados médicos especiales.

Su madre ha solicitado en repetidas ocasiones que se le brinde hospitalización domiciliaria para garantizar su seguridad y bienestar, especialmente en situaciones de emergencia, pero el hospital Gustavo Fricke de Viña del Mar se ha mostrado reacio a proporcionarla de manera constante.

En su lucha por asegurar la atención médica necesaria para su hija, la madre tuvo que recurrir a la Corte de Apelaciones de Valparaíso.

En su petición, explicó que su hija necesita atención médica en casa, incluyendo oxígeno, monitoreo de apnea y visitas de especialistas, debido a su condición frágil que la hace extremadamente vulnerable a infecciones y otros problemas si es trasladada al hospital en transporte público.

Finalmente, la Corte de Apelaciones decidió a favor de la niña y su madre.

El tribunal ordenó al hospital Gustavo Fricke que brinde atención médica domiciliaria urgente y prioritaria para la niña en casos de emergencia vital.

Esto significa que, a partir de ahora, el hospital deberá asegurarse de que la niña reciba la atención necesaria en su hogar cuando su vida esté en peligro, algo que su madre ha estado pidiendo desesperadamente desde que nació su hija.