Los extensos cortes de luz, aluviones e incendios que han afectado a diversas ciudades de Chile en los últimos años han dado cuenta de un tejido social, muchas veces invisible, que aparece en este tipo de tragedias permite a las personas organizarse y ayudarse entre ellos.

Una realidad que el director de la División de Organizaciones Sociales, Ignacio Achurra, conversó con El Desconcierto sobre la cual aseguró que "hay una amplia diversidad de organizaciones sociales que forman parte de este tejido social y que van trenzando esa red de organización ciudadana que vemos muy activa, particularmente cuando hay tragedia, catástrofes, situaciones de emergencia, y que operan como una verdadera red de protección social, que llega inmediatamente a prestar auxilio a las personas".

"La organización social, funcional, territorial, sindical, de consumidores está viva y pujante. (...) porque sin organizaciones sociales, sin ese tejido social, se debilita la democracia", aseguró.

De esta forma, Achurra profundizó en el papel crucial de estas organizaciones en la sociedad chilena. "Las organizaciones sociales y sus dirigentes cumplen una función pública. Lo hacen de manera no remunerada, con mucho sacrificio, a veces con poco reconocimiento de su propio entorno. Propone un desarrollo alternativo para los jóvenes, que no sea la delincuencia. Es así que el desarrollo comunitario, la construcción de identidad, la protección, el sentido de pertenencia, la protección personal que sentimos las personas al sentirnos parte de una red que nos cobija, que nos cuida, a la que le importamos son beneficios que son propios de, y se derivan de la organización social", agrega.

Promoción, comunicación y articulación

La División de Organizaciones Sociales (DOS), adscrita al Ministerio Secretaría General de Gobierno, busca fortalecer este tipo de organizaciones. Achurra explicó que la DOS opera bajo tres pilares principales: la promoción de la participación ciudadana, la comunicación territorial y la articulación con organizaciones sociales.

En este contexto, la DOS ha implementado diversas iniciativas para apoyar y visibilizar estas organizaciones. Una de las más destacadas es la creación de una red nacional de espacios para organizaciones sociales, que funciona en las 16 regiones del país. "Son organizaciones públicas, privadas y comunitarias que adhieren a un sello y con esto pasan a integrar un mapa que está alojado en el sitio web de la División de Organizaciones Sociales", detalló Achurra. Esta red facilita el acceso a espacios físicos para que las organizaciones puedan realizar sus actividades.

Iniciativas de apoyo

Además, la DOS ha habilitado un canal de atención legal gratuito para dirigencias sociales, en colaboración con la Corporación de Asistencia Judicial (CAJ). Un servicio que busca resolver dudas y proporcionar apoyo jurídico en diversas situaciones que enfrentan las organizaciones, desde cuestiones relacionadas con su constitución legal hasta problemas de tramitación de sedes o amenazas a la seguridad de los dirigentes.

Otra iniciativa importante es la publicación de una guía práctica para las dirigencias sociales. Este documento aborda temas cruciales como la importancia de la participación ciudadana, el rol de las dirigencias, estrategias para conseguir recursos y el marco normativo que rige a las organizaciones.

Por otra parte, el funcionario público enfatizó la diversidad de las organizaciones sociales en Chile, que abarcan desde juntas de vecinos y clubes deportivos tradicionales hasta grupos de jóvenes que se organizan en torno a intereses comunes como el baile, el cosplay o actividades culturales específicas.

En cuanto a los desafíos futuros, Achurra propuso tres líneas de acción principales. En primer lugar, mejorar la entrega de recursos a las organizaciones, asegurando mecanismos transparentes y verificables. En segundo lugar, aumentar la visibilidad y el reconocimiento de las organizaciones como actores políticos relevantes, incluyéndolas en los espacios de diseño y debate de políticas públicas. Por último, crear espacios de participación adaptados a las nuevas formas de organización, especialmente entre los jóvenes.

350 mil organizaciones sociales inscritas

El director de la DOS también abordó el reto de reconstruir el tejido social tras la pandemia. A pesar de las tendencias individualistas que se han acentuado en los últimos años, Achurra sostiene que "la organización social está más viva que nunca". Sin embargo, reconoce que las formas de organización han cambiado y que la institucionalidad pública debe adaptarse a estas nuevas modalidades para seguir siendo relevante y efectiva.

Un dato significativo que Achurra compartió es que actualmente existen más de 350.000 organizaciones inscritas en el registro civil, con una tasa de actualización de directivas y creación de nuevas organizaciones del orden de entre 300 y 700 diarias. Estas cifras, según el director, son una prueba contundente de la vitalidad y el dinamismo del sector social en Chile.

Además, Achurra también hizo hincapié en la necesidad de cambiar la percepción pública sobre las organizaciones sociales. "Muchas veces se dice que hoy día no pasa nada con la organización, que está muerta. No confundamos lo que es el movimiento social con las organizaciones sociales, que son sociológicamente elementos que se cruzan, que se articulan, que se unen, pero no son lo mismo", explicó.

En este sentido, el director de la DOS hizo un llamado a reconocer y valorar el trabajo de los dirigentes sociales, quienes a menudo realizan su labor de forma voluntaria y con gran sacrificio personal. "Es una labor clave, fundamental", afirmó Achurra, destacando cómo estas organizaciones contribuyen a la cohesión social, ofrecen alternativas positivas para los jóvenes y fortalecen el sentido de comunidad.

Finalmente, Achurra reafirmó el compromiso de la DOS con el fortalecimiento de las organizaciones sociales, reconociendo su papel fundamental en la democracia y el tejido social chileno. "Queremos reconocer el trabajo de sus dirigentes, queremos darle respuesta, y queremos que este sea un tema de conversación en el país", concluyó, subrayando la importancia de mantener vivo y vibrante el tejido social para el bienestar y la resiliencia de la sociedad chilena en su conjunto.