De acuerdo con el director de Ingeniería Comercial UNAB, Felipe Oelckers, el corte de luz afecta a las empresas no sólo con pérdidas económicas, sino que también deteriora la confianza del cliente, la reputación del negocio y la seguridad de los trabajadores.

Emprendimientos y pymes han sido perjudicados por las negligentes gestiones de empresas de suministro eléctrico por restablecer el servicio, afectando a negocios de manufacturas y de alimentación, como supermercados o restaurantes.

En concreto, la falta de suministro eléctrico disminuiría la productividad de los trabajadores debido a que no pueden desarrollar sus funciones con normalidad.

En la misma línea, la comunicación externa e interna entre todo el equipo de trabajo podría verse mermada, y en consecuencia, compromete la coordinación, la atención al cliente y la gestión de la crisis, indica el experto.

A su vez, este problema incide en el tiempo en que se despachan diferentes servicios, afectando negativamente la satisfacción de los clientes.

Incluso, el corte de suministro eléctrico afectaría la protección y seguridad de los empleados y del mismo negocio, debido a que algunas alarmas o sistemas de monitoreo requieren de electricidad para funcionar.

Por lo tanto, un negocio desprotegido aumenta las probabilidades de sufrir algún ataque delictivo como robo o vandalismo.

Para enfrentar estos problemas, las pymes o emprendimientos se verían obligadas a desembolsar mayor cantidad de ingresos.

Una alternativa para contrarrestar las consecuencias de la falta de energía eléctrica recae en buscar soluciones más sostenibles, indica Oelckers, es decir, en energías renovables o sistemas de respaldo.