Cada vez salen al mercado nuevos suplementos en formas más amigables de consumo, como gomitas y masticables, desarrollados y orientados a contribuir en el balance de la microbiota intestinal, ayudando a evitar trastornos digestivos por desbalances en la flora.

Este tipo de medicamentos, llamados probióticos, están desarrollados con una concentración de cepas formadoras de colonias.

En formato de gomitas, se desarrollan con sabor a naranja aportando con una cepa probiótica de 6 billones de UFC por porción, es decir, el impacto en el intestino es moderado.

Ahora, para prevenir el Síndrome del Intestino Irritable (SII), existen otros formatos de probióticos, como las típicas tabletas de 30 cápsulas, pero que aportan 6 tipos de cepas probióticas de 25 millones de UFC.

Y para prevenir trastornos como la hinchazón, se han diseñado probióticos en formato masticable de 30 comprimidos con 7 cepas probióticas de 25 millones de UFC.

Esta nueva tendencia de probióticos, “está diseñada con fórmulas innovadoras en la concentración de cepas formadoras de colonias, y en formatos muy atractivos, para garantizar un mejor resultado y así contribuir al bienestar digestivo”, explica Diego Castillo, brand manager de QGBiotics.

Para garantizar la eficacia del probiótico es que estos se miden en Unidades Formadoras de Colonias (UFC).

Entonces, para una mayor acción del producto, mayor será la UFC y la variedad de cepas colonizadoras en el intestino.

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), una colonización razonable es de entre 0,1 billones a 10 billones.

Los nuevos productos que entran al mercado de la mano de algunas empresas de ciencias biológicas contendrán hasta 25 billones de UFC, esto con el objetivo de reforzar su acción intestinal.

Esta acción actuará a través de tres mecanismos: el primero es por competencia, profundizando la colonización del intestino; luego mediante la liberación de metabolitos secundarios; y finalmente, activando el sistema inmunológico.