El pasado sábado 6 de julio la Junta Regional Metropolitana de la DC se pronunció en contra de que el partido apoye la candidatura del actual gobernador Claudio Orrego (Independiente-exDC) e instó a la Directiva Nacional a respaldar a Rodrigo Albornoz como carta de la colectividad de cara a la elección de octubre. 

La decisión se tomó en una reunión extraordinaria convocada por la misma Junta Regional en el contexto de la difícil negociación que ha mantenido la directiva falangista—liderada por el diputado Alberto Undurraga— y el gobernador. 

Si bien la DC ofreció a Orrego un cupo para competir en la elección regional, el gobernador (que renunció a la DC en octubre de 2022) respondió que sólo aceptaría si es que todo el pacto Contigo Chile Mejor se cuadraba detrás de su candidatura. Y aunque Orrego recibió el respaldo de alcaldes del PC, Frente Amplio y Socialismo Democrático, lo cierto es que los partidos de la alianza oficialista aún no se deciden si apoyarlo o no debido al interés de ciertas tiendas oficialistas en competir por la RM. 

Molestia con Orrego

Ante ese panorama, el gobernador decidió comenzar a reunir firmas para eventualmente competir como candidato independiente, decisión que molestó a la militancia falangista ya que —según dicen fuentes de la colectividad— a Orrego se le han ofrecido “todas las condiciones” para que compita por el cupo de su expartido. 

De hecho, Undurraga, que representa a la DC en la mesa negociadora del pacto oficialista, sigue insistiendo en las negociaciones para que Orrego sea el candidato único de la coalición. 

Sin embargo, según transmiten fuentes de la colectividad a El Desconcierto, Orrego mantiene en suspenso su decisión de si ir o no como candidato de la DC, pese a que se le ha instado a dar una respuesta lo más pronta posible. Esta situación, y el hecho de que el gobernador apoyó al independiente José Ruiz y no a Ximena Llamin (DC) en la primaria de Peñalolén, han aumentado el disgusto de la militancia con el gobernador de la Metropolitana. 

Estas diferencias, incluso, fueron recordadas en la sesión de Junta Regional de la RM que le quitó el respaldo a Orrego. 

Consultado por El Desconcierto, el consejero nacional de la DC, Nicolás Preuss, dice que a pesar de que en un inicio se acordó respaldar al actual gobernador para que fuera a la reelección “han pasado cosas que son extremadamente relevantes y que hoy día hacen imposible sostener ese acuerdo”, haciendo referencia a la falta de acuerdo en el pacto y que Orrego fue “en contra de los intereses del partido” en las primarias. 

La crítica de Preuss es compartida por otros militantes de la falange. Hoy, por ejemplo, el senador y vicepresidente de la DC, Francisco Huenchumilla, aludió a que Orrego de fue de la DC y por lo tanto no debe tener “los privilegios” de un militante. 

“Él (Orrego) se fue de la DC seguramente haciendo una reflexión, de no estar contento con la línea del partido. Entonces, él no es de la DC y por lo tanto no puede tener los privilegios que puede tener alguien del partido”, sostuvo en conversación con La Tercera Huenchumilla y complementó: “Él tiene que demostrar que habiéndose ido de la DC, nos tiene un respeto, no se mete en el juego, no se mete en nuestras cosas internas, hace méritos para decir que él puede ser un abanderado de unidad, que va a trabajar con todos, y por lo tanto tiene que ser un poquito más cariñoso y hacer más gestión política con un partido al cual abandonó y ahora él está pidiendo que lo apoye”.

Críticas a Undurraga 

En cuanto a las negociaciones, Preuss cuestiona la forma de llevarlas adelante por parte de Undurraga señalando el mal resultado en las primarias que obtuvo la DC y la dificultad de arribar a acuerdo para llevar candidatos únicos para las elecciones regionales.

“Ha sido una muy mala negociación para la Democracia Cristiana. A nosotros se nos dijo que, producto de llegar a acuerdo con toda la izquierda, íbamos a mantener los escaños que teníamos en los municipios. Esa fue la estrategia que a nosotros se nos prometió. Y a medida que pasaron los meses nos dimos cuenta que no íbamos a poder mantener lo que teníamos. De hecho, terminamos entregando varias comunas”. 

“Si sumamos todos estos factores, evidentemente para nosotros ha sido una muy mala negociación. No pudimos mantener nuestra cantidad de cupos y probablemente no vamos a poder mantener a nuestros 42 alcaldes. Y si nos acercamos a un número menor a los 30 alcaldes, la verdad es que nuestro escenario para la elección parlamentaria en el año 2025 en donde nos jugamos la continuidad legal, el resultado es paupérrimo”, concluye Preuss.