Andrea Denisse Carrasco Fierro fue una de las pasajeras involucradas en el fatídico vuelco del bus interprovincial de Turbus, en un siniestro que ocurrió a las 4:24 de la mañana del 11 de julio de 2016.

Según se consigna en el fallo judicial, el bus viajaba desde Santiago hacia La Serena cuando, en una curva cerca del puente El Teniente, en Ovalle, el bus DLPW-22, que transportaba 55 pasajeros y tres tripulantes, se volcó.

Este trágico evento resultó en la muerte de cuatro personas, incluyendo a Andrea, y dejó numerosos heridos.

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Equipos de emergencia, como el SAMU, bomberos de Ovalle y Canela, junto con Carabineros de la Prefectura de Limarí, asistieron en el rescate y trasladaron a los heridos a centros de salud en Coquimbo y Ovalle.

Según el Servicio de Salud de Coquimbo, 51 personas fueron atendidas por lesiones de diversa gravedad, evidenciando la magnitud del desastre.

Además, se agrega en el fallo judicial que la investigación del Ministerio Público apuntó a que la causa del accidente fue la fatiga y el agotamiento del conductor, quien se habría dormido brevemente al volante, violando múltiples normas de tránsito.

Frente a estos hechos, la familia de Andrea buscó justicia, llevando el caso hasta la Cuarta Sala de la Corte Suprema.

Los jueces, incluidos Arturo Prado Puga y María Angélica Repetto García, decidieron de manera unánime que Turbus debe pagar 25 millones de pesos a la hermana de Andrea por los daños morales sufridos.

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