Durante la jornada, la Corte de Apelaciones de La Serena obligó a un colegio de la ciudad de Ovalle a inyectar un medicamento a una de sus alumnas de 8 años que padece diabetes, luego de que el establecimiento educacional se negara a suministrar la dosis diaria por un cambio de protocolo interno.

El medicamento era inoculado por una técnico en enfermería del recinto educacional por más de dos años. Sin embargo, el Colegio Tamelcura de Ovalle estableció que los fármacos que deben suministrarse por otra via distinta a la oral o nasal, deben ser administrados por parte de un apoderado.

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Luego de este cambio en el protocolo del establecimiento, los padres de la menor interpusieron un recurso de protección en contra del Colegio Tamelcura de Ovalle y la Fundación Educacional Pucará.

Los ministros de la Corte acogieron el recurso argumentando que lo establecido por el colegio es un "actuar arbitrario e ilegal". Además, debe primar la salud de la menor de edad.

Por lo tanto, "no se advierte impedimento alguno para que sea la funcionaria del establecimiento educacional quien continúe desarrollando dicha tarea, como ha ocurrido en el pasado”, plantea el fallo.

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