El Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INDEC) de Argentina publicó este martes el Índice de Precios al Consumidor (IPC) de febrero, que alcanzó el 13,2%.

El Gobierno de Javier Milei destacó la desaceleración del indicador, a pesar de que acumula 36,6% en enero y febrero y es más alto que la peor cifra del Gobierno anterior durante 2023, que trepó hasta 12,8 en noviembre, para llegar a 25,5% en el primer mes del Ejecutivo actual.

Milei dijo que la inflación "se está derrumbando" y advirtió que el mes de marzo "tiene un tema de estacionalidad muy densa", por lo que la cifra podría tener un leve repunte, mientras en abril espera "una fuerte caída ".

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Las cifra indicada es la más alta del mundo y los tres meses de gobierno de Milei acumulan una inflación del 71%.

En sintonía con lo que vino señalando en los últimos meses, el mandatario anarcocapitalista responsabilizó al Gobierno anterior, al asegurar que la crisis inflacionaria que enfrenta “es producto de la emisión descontrolada de los últimos años, y el despilfarro generado por el programa económico del exministro Sergio Tomás Massa", según indica un comunicado que difundió la Oficina del Presidente.

Como cada mes, en esta oportunidad las redes sociales volvieron a inundarse de interpretaciones varias y culpas cruzadas sobre el origen de este fenómeno al que nuestros vecinos enfrentan da mes. Por un lado quienes culpan a la emisión excesiva, por otros quienes lo consideran un fenómeno multicausal en el que la disputa por el excedente, con sindicatos fuertes y con gran poder de negociación y empresario que cargan los costos esn sus productos, juega un rol central.

El macrismo, que gobernó el país vecino entre 2015 y 2019, tuvo la astucia de convencer a sus votantes de que “todo lo bueno que tuvo el gobierno de CFK había ocurrido por algo malo (el déficit fiscal, la inflación, la corrupción, etc) , y que todo lo malo de esa administración (licuación del salario, desempleo creciente y endeudamiento) ocurría por algo bueno”,( República, seguridad jurídica, etc) un razonamiento que los adversarios políticos calificaron rápidamente como “globotomía” (mezcla de “lobotomía” y los globos que caracterizaron los discursos triunfalistas de Mauricio Macri).

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Durante estos dos primeros meses de gobierno, alertados por números que diluían salarios y pensiones, Milei y su equipo de creativos tuiteros no fueron menos efectivos en introducir la idea de la “recesión con ilusión”, que básicamente prolonga la idea de que todo esfuerzo de la actualidad será recompensado con el futuro brillante que tendrá el país.

Sin embargo, clichés más, clichés menos, la olla hay que pararla todos los días y la inventiva trasandina a la hora de sortear esta dificultad desplegó varias “herramientas” que transformaron a las familias en verdaderos expertos de la economía coyuntural.

El dólar se desinfla, surgen otras

Durante varios años, la clase media compraba su cuota de dólares permitida (U$ 200) al valor oficial, para venderla luego en el mercado ilegal, conocido bajo el eufemismo “dólar blue”, y sacar asíuna diferencia que permitía ganarse unos pesos.

Este histórico recurso del dólar, transformado a estas alturas en un clásico de los hogares, fue perdiendo eficacia (al menos transitoriamente) tras la baja de la divisa experimentada en las últimas semanas, y la menor diferencia entre el oficial y el “blue” por lo que fue necesario reinventar nuevas estrategias.

Resulta llamativa la expertise del ciudadano común a la hora de desplegar herramientas y cómo éstas se discuten/comparten/mejoran en las plazas, supermercados, filas, colectivos, y los espacios públicos en general.

Por ejemplo, la mayoría de los argentinos conoce al dedillo las ofertas que fueron desplegando los supermercados locales para atraer clientela, los días específicos, los productos que cada cadena tiene en rebajas, los bancos y tarjetas para las que aplican los descuentos, etc, etc.

Muchas cadenas tienen descuentos para jubilados, o para mayores de 60 años, algunos días a la semana, y son esos días en que esa franja etárea repleta las góndolas y compra.

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Un joven informático, descubrió un nicho y desarrolló una aplicación de nombre “Ratoneando”, que releva los precios de cientos de productos y se los ordena al usuario por precios y por supermercados.

También las compras comunitarias en grandes cantidades, en mayoristas o el Mercado Central, un enorme complejo comercial ubicado en la provincia de Buenos Aires, se transformaron en una estrategia cada vez más utilizada por permitir bajar sensiblemente los costos de supermercado, frutas, verduras, carnes, etc.

Por último, algo más sofisticada y circunscripta a familas bancarizadas es la costumbre de “bicicletear” (término del lunfardo que se traduce como “postergar/tramitar”) pagos con la tarjeta de crédito. Se convirtió también en un clásico y consiste en directamente dejar de pagar con débito o al contado, pagar todo con tarjeta de crédito y poner ese dinero en un plazo fijo o un Fondo de Inversión, con lo que se el pago transfiere al mes siguiente, y los fondos “trabajan por 30 días, con una ganancia que hasta ayer lunes 11 de enero era de aproximadamente el 10% mensual y bordea el 8%.

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