Al pensar en tortugas marinas, probablemente te las imaginas en un paisaje tropical, pero algunas merodean por las costas del norte de Chile y uno de los pocos lugares donde se encuentra la tortuga verde, Chelonya midas, de manera estable desde los 80’, es en la bahía Chascos en Atacama.

También es esta bahía el lugar donde se prevé instalar el mega puerto Copiaport – E, que contempla dos terminales portuarias para transporte de granos y fertilizantes, una planta desaladora modular, una línea de aducción de agua y una de trasmisión eléctrica.

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El proyecto está en proceso de evaluación ambiental y desde ahora hasta el 8 de febrero está abierto para presentar observaciones ciudadanas que ayuden a identificar el impacto ambiental del proyecto.

Para aprender a analizar el proyecto y enviar observaciones ciudadanas, la ONG Qarapara y la fundación Mar y Ciencia, que se dedican a la investigación sobre biodiversidad marina en la zona, ofrecen un taller grauito que se celebrará el 31 de enero a las 19:00, con inscripción a través de un formulario en línea. 

La bahía Chascos se ubica 80 km al sur de Copiapó y tiene una de las grandes poblaciones de Zostera chilensis, pasto marino endémico de Chile que es buscado como alimento por las tortugas verdes. Allí llega desde hace décadas un grupo de tortugas verdes (especie en peligro de extinción) que nadan desde las Islas Galápagos hasta esa bahía para alimentarse.

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“Un megaproyecto de estas dimensiones afectaría irremediablemente la biodiversidad marina y terrestre de la zona. Este territorio tiene gran potencial patrimonial y turístico. Sería ideal crear un área protegida en la zona, con una categoría compatible con los usos tradicionales y que podría ser un incentivo para habitantes locales”, reflexiona Carol Medrano, bióloga de la ONG Qarapara que se dedica a investigar hace más de una década el comportamiento de las tortugas marinas en Chile.

Tortugas amenazadas

Las tortugas verdes prefieren aguas más cálidas, pero se han descrito unas seis áreas de alimentación de esta amenazada especie en las costas del norte de Chile. El lugar donde se podían ver más tortugas, era la zona de La Puntilla, en Arica, donde frecuentaba una colonia de cerca de 400 ejemplares.

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En 2017, habitantes de la zona levantaron la alerta ya que comenzaron a encontrarse cuerpos de tortugas varados en las playas, en muchos casos sin cabeza. El problema se agudizó entre 2018 y 2019, cuando se encontraron más de cien tortugas varadas muertas en las playas.

Desde entonces, más allá de casos aislados, la gran colonia de tortugas verdes no es registrada en la zona. En 2023 el Ministerio de Medio Ambiente creó un área marina protegida en la zona con el objetivo de proteger la zona de alimentación de las tortugas marinas, aunque científicos y organizaciones de la zona se preguntan si la medida no llegó demasiado tarde.