Luego de meses de diálogos con empresarios, organizaciones sociales y la oposición, el gobierno presentó este jueves su nueva propuesta de pacto fiscal, anunciando que los primeros de los ocho proyectos de ley que este incluye serán presentados en el Congreso en enero.

El denominado Pacto por el Crecimiento Económico, Progreso Social y la Responsabilidad Fiscal, busca recaudar el 2,7% del Producto Interno Bruto (PIB) en seis años, lo que equivale a cerca de US$ 8.000 millones.

Lo recaudado se destinará a subir las pensiones (1,2%) mejorar el sistema público de salud (0,9%), enfrentar la crisis de seguridad (0,3%) y mejorar los sistemas de protección social (0,3%).

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En este contexto el ministro de Hacienda, Mario Marcel, anunció que en enero se presentarán cuatro proyectos de ley destinados a reactivar el crecimiento económico, mientras que en marzo será el turno de la reforma del impuesto de la renta, la más resistida en la oposición.

"El pacto fiscal es el ejercicio más comprensivo de articulación de una agenda de reformas fiscales, económicas e institucionales en muchos años", sostuvo el secretario de Estado.

Revés en la Cámara

La Cámara de Diputados y Diputadas rechazó el pasado último una ambiciosa reforma tributaria que buscaba recaudar el 3,6% del PIB en cuatro años, lo que movilizó al Ejecutivo a organizar rondas de negociaciones con distintos sectores para replantear el pacto fiscal.

"Los beneficios que se obtengan de la aprobación de los proyectos de cumplimiento tributario y de las otras medidas contenidas en el pacto fiscal nos van a permitir elevar la pensión mínima garantizada de $206 mil a $250 mil, aseguró la ministra de Trabajo, Jeannette Jara.

Según datos del Servicio de Impuestos Internos (SII), entre 2018 y 2020, se calcula un incumplimiento promedio del 18,4% para el IVA y del 51,4% para el impuesto corporativo.

Organismos internacionales como el Fondo Monetario Internacional (FMI) o la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) han recalcado la necesidad de que Chile lleve a cabo una reforma tributaria considerando que su recaudación es baja.

En 2020, esta supuso el 19,3% del PIB, según la OCDE, muy por debajo del promedio en Latinoamérica (21,9%) y de este propio organismo (33,5%).

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