Esta semana se votaron una serie de polémicas enmiendas que van delineando la forma y el contenido que tendrá la Constitución propuesta por un Consejo Constitucional dominado por republicanos. Una nueva Carta Magna que será votada el próximo 17 de diciembre en un plebiscito nacional, pero que ya parecer tener sus primeros detractores, incluso dentro de la propia derecha.

Ese es el caso de la alcaldesa de Providencia, Evelyn Matthei quien, tras la aprobación del derecho a la vida, que pone en jaque la ley de aborto en tres causales o la eximición de pago de contribuciones para la primera vivienda, lanzó varios dardos al Consejo Constitucional y al Partido Republicano.

En entrevista con El Mercurio afirmó que “cuando el 80% de los chilenos dijo que quería una nueva Constitución, mi interpretación es que no es que querían un nuevo texto legal por querer un texto legal; en realidad, querían que sus problemas cotidianos se resolvieran".

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"En vez de ocuparse de los problemas cotidianos de los chilenos y de los problemas que le angustian a la gente, en este Consejo lo que se ha ido instalando es que esta es la Convención del rodeo y del no aborto. Mientras que en la Convención Constitucional se preocuparon de los pueblos originarios y de la diversidad sexual", agregó crítica con el rol de liderazgo que ha ejercido republicanos en el Consejo.

Además, Matthei afirmó que “lo que estoy viendo es que lo ya redactado se parece más a un programa de gobierno que a una Constitución. No tenemos todavía un texto final, pero tengo la impresión de que hay que hacer un esfuerzo muchísimo mayor para lograr una Constitución que sea aceptable por todos los sectores”.

Esto porque, “se ha ido instalando en Chile una distancia y una indiferencia respecto al proceso constituyente que no sé si a estas alturas se puede revertir".

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“No existe ese ánimo en el Consejo de tratar de hacer un esfuerzo para tener una Constitución que sea aceptable para todos los sectores. Hoy día ya aparecen Amarillos y Demócratas tomando distancia de este proceso, porque efectivamente más parece un programa de gobierno de una mayoría circunstancial que una Constitución", aseguró.

Ante esto, “si las cosas siguen así, naturalmente no voy a poner mi capital político para la aprobación de esta nueva Constitución que se discute, que en realidad no es una Constitución”, cerró.