El 3 de octubre de 2009, Sebastián Piñera llevaba un mes como candidato presidencial de la Coalición por el Cambio. Pero la madrugada de ese sábado le llegó una noticia que amenazaba seriamente su campaña: Su hermano, Miguel "Negro" Piñera, había protagonizado un accidente en presunto estado de ebriedad.

Los medios de la época señalaban que, alrededor de las 22:00 horas del viernes, el entonces empresario de locales nocturnos embistió su Hummer contra el vehículo de una joven de 24 años, identificada como María Fernanda Konig, quien manejaba un Austin Mini a la altura de Ejército con Blanco Encalada, en la comuna de Santiago.

Ese día, el Negro Piñera salió atrasado de su casa en Vitacura rumbo a un concierto de Charly García, artista del que es amigo y que se presentaba esa noche en el Movistar Arena.

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Una alcoholemia hecha 13 horas tarde

Los reportes de la época aseguraban que, tras el impacto, el músico se había fugado del lugar sin prestar ayuda a la víctima, lo que fue confirmado por testigos.

Una declaración de la víctima complicó más el asunto para Piñera, ya que la mujer aseguró ante los medios que el músico se bajó del vehículo por unos minutos y luego se fue. “Pronto llegó personal de seguridad ciudadana y no me explico por qué lo dejaron irse, pese a mis lesiones. La gente intentó detenerlo, pero él se fue”, dijo.

Miguel Piñera amaneció ese día internado en la Clínica Las Condes, donde su hermano era accionista y cuyo gerente era Jaime Mañalich, el mismo que meses después se convertiría en ministro de Salud.

Rápidamente, se emitió un comunicado con la versión del Negro, donde negaba las versiones que lo acusaban de darse a la fuga. La explicación que dio fue que unos amigos lo trasladaron a la clínica por unos fuertes dolores cervicales que sintió. Lo mismo dijo su pareja de la época, Belén Hidalgo, desde el recinto asistencial.

Esta versión también fue ratificada por su hermano. “Miguel se bajó del auto, constató el estado de María Fernanda, entregó sus datos a la seguridad municipal y se fue a una clínica, según me contó él, porque tenía mucho dolor de espalda”, sostuvo Sebastián Piñera.

Carabineros informó que cuando llegaron al lugar, el músico ya no estaba presente. “Lo buscaron en su casa y tampoco estaba. Recién horas después se supo que estaba en la clínica”, detalló la subteniente Sandra Rodríguez a los medios.

Miguel Piñera se sometió a la alcoholemia 13 horas después del accidente. La Clínica Las Condes reportó que salió negativa, aunque no dio más detalles.

Una nota de El Mostrador de esos años señalaba que quienes conocen por dentro la Hummer del Negro “aseguran que tiene un pequeño pero bien provisto bar”, lo que lo habría sido uno de los motivos que lo impulsó a huir.

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El papel de Valencia

Si bien el Ministerio Público designó el caso al fiscal Alejandro Sánchez, de la Fiscalía Centro Norte, desde el primer minuto la víctima María Fernanda Koning intentó llegar a un acuerdo reparatorio extrajudicial con Piñera. “No quisiéramos judicializar el tema, preferimos llegar a un acuerdo en los próximos días”, dijo días después del accidente.

El músico fue formalizado ante el Séptimo Juzgado de Garantía de Santiago en agosto de 2010 por manejo en estado de ebriedad con resultado de lesiones menos graves.

Ese día, el Negro llegó a la audiencia con dos abogados: Ángel Valencia y Gonzalo Sobarzo, dos penalistas que eran socios del bufete de Juan Domingo Acosta, uno de los defensores de cabecera de su hermano Sebastián.

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Ambos traían un acuerdo con la víctima bajo el brazo: El pago de seis millones de pesos en tres cuotas. Además, la licencia de Miguel Piñera quedaría suspendida por un año, y debía cumplir 50 horas de trabajo comunitario, que constaban en charlas motivacionales en colegios y sedes sociales afectadas por el terremoto de 2010.

Sin embargo, en abril del 2011, el fiscal Sánchez reportó que el músico no acreditó el cumplimiento íntegro de esta última sanción. En julio de ese año, el Negro argumentó que no lo hizo por problemas médicos, ya que tras su separación con Belén Hidalgo, estuvo internado en una clínica psiquiátrica. El plazo para cumplir con los trabajos comunitarios se extendió hasta octubre, día en que fue finalmente sobreseído.

El Desconcierto se contactó con Miguel Piñera para conocer su opinión sobre Ángel Valencia en calidad de abogado. “No me acuerdo”, respondió brevemente.