En fallo unánime, la Novena Sala de la Corte de Apelaciones de Santiago confirmó las condenas por asociación ilícita, tráfico de armas, lavado de activos y robo con intimidación de los integrantes de la peligrosa banda que traficaba armas desde Estados Unidos.

La organización criminal estaba compuesta exclusivamente por ciudadanos chilenos que ingresaban armas al país mediante encomiendas, y ocultas entre artículos electrónicos, pero fueron descubiertos en la denominada “Operación Houston”.

La sala integrada por la ministra Graciela Gómez, el ministro Tomás Gray y el abogado (i) Eduardo Jequier rechazó los recursos de nulidad interpuestos por las defensas en contra de la sentencia del Quinto Tribunal de Juicio Oral en lo Penal de Santiago.

De este modo, se mantienen en pie las condenas a Mauricio Osvaldo Pavez Becerra de 12 años de presidio, como autor del delito reiterados de tráfico de armas y a dos penas de 5 años y un día de reclusión, como autor de los delitos consumados de asociación ilícita (en calidad de líder de la organización) y lavado de activos; más 541 de presidio, como encubridor del delito de robo con intimidación.

En tanto, el recurrente y hermano del líder de la agrupación, Iván Esteban Pavez Becerra, fue condenado a las penas de cumplimiento efectivo de 10 años y un día, 5 años y un día y 2 años de presidio, como autor del delito reiterado de tráfico de armas, lavado de activos y asociación ilícita, respectivamente.

En tanto, Francisco Javier Contreras Quintanilla, deberá cumplir, en lo pertinente al recurso, la pena de 5 años y un día de presidio, como autor del delito consumado de robo con intimidación.

En su resolución, el tribunal de alzada ahonda en la asociación ilícita configurada en este caso. “Es relevante el reconocimiento del acusado Mauricio Pavez Becerra, quien admitió, al prestar declaración en estrados, que vivió en Estados Unidos, en el año 2013, regresó y volvió el 2014, que cometió ilícitos allá, estando preso, que en septiembre de 2015 se juntó allá, en una fiesta, con Francisco Contreras Quintanilla, a quien le dijo ‘que trabajaran juntos’, luego regresó a Chile en la navidad de 2015. Ese antecedente es destacable porque el contacto con Contreras se establece allá, en Estados Unidos y en agosto de 2015 Contreras se ve involucrado en el primer ilícito de tráfico de arma del considerando séptimo (…) Obviamente, no puede ser una coincidencia. La asociación, entonces, ya existía a esa época”, señala la resolución.

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